LUZBY BERNAL

jueves, 2 de septiembre de 2010

AÑO 2012





2012

El año 2012, es una fecha como cualquier fecha, y fechas que pasaron desde hace millones de años de la noche de los tiempos. Los cambios que algunos pregonan, no sucederán, ni podrán cambiar el estado de conciencia, que solamente el hombre debe cambiar por la única y sola observación a través de la meditación, reflexión, contemplación y descernimiento, de una manera honesta.

Humanidad que se afecta colectivamente con muchas mentiras y creencias de los que elucubran, y de los que se aprovechan para atraer a los timoratos y creyentes, infundiéndoles miedo y temor. Humanidad que sueña entre las nubes, imaginándose un mundo mejor, lleno de paz, de armonía y de equidad. Un mundo tridimensional en la que todo estamos prisioneros, buscando la libertad que nunca llegará, sino rompemos la barrera mental del ego colectivo, a través de una aceleración misteriosa, (y no de los cambios, ni efectos de los astros, ni “predicciones ancestrales”, "ni contactos extraterrestres"), que hará tomar consciencia de nuestra divinidad, con solo dejarnos absorber conscientemente por la esencia divina, que en la unidad somos, y no de cambios de polaridad terrestre o de tormentas solares que afectaran el ecosistema del planeta.

Cuando llegue el momento de la absorción, que no será el 2012, solamente los que han tenido la osadía de hurgar en el arcano, y que han trascendido a la dualidad, a la existencia mental, sin el miedo de los pusilánimes y timoratos, sean actores y espectadores de la desmaterialización, no solamente de este planeta sino de todos los universos finitos emanados de la divinidad, del absoluto.

Para poder lograr este cambio en nosotros, encontrarnos con nuestra propia realidad interior, la verdad que no se contradice, si será una maestría saber cómo acelerarnos para poder en un instante romper la ilusión de las dimensiones y mundos paralelos, más allá de las polaridades donde no existen los sentimientos y emociones, ni el amor, donde todos somos todo y nada, una unidad, consciencia absoluta sin forma ni nombre.
Amor que es del hombre, de la humanidad, necesaria en esta tercera dimensión en todas sus facetas para el desarrollo y el progreso, la evolución, amor que se vive en el cuerpo y en la mente, y por esto el amor es finito en todos los universos también finitos.

Observen como está el mundo, cree esta humanidad con vislumbres de consciencia que realmente está mejor?, si son honestos, fieles a lo que sus ojos ven, sus consciencias des dirá que no, porque la riqueza, el confort, la ciencia y la tecnología que algunos poseen, y que están poniendo una venda para que no vean que todo lo que brilla no es oro, y que el poder y la corrupción están contaminando a toda la humanidad y al planeta.

Trabajen en su interior a través de la disciplina de la meditación, la contemplación, la reflexión y el discernimiento, y no se dejen comer el cerebro, sean ustedes mismos los maestros, los iluminados, no se enfrasquen en coordenadas de números y sistemas, ni de milagros, porque si buscan un milagro, búsquense ustedes y obsérvense, y así solamente el mundo tendrá un gran cambio trascendental y significativo en la humanidad.

Pero,
si hablamos de la humanidad terrestres con aspiraciones terrestres, materiales
adornadas de espiritualidad y misticismo, entonces, como conciencia humana, me apunto, y entro en el juego de la ilusión

Hno. Rodolfo
CUSI  HUASI 

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