Observando la teoría del profesor en física Stephen Hawkings, sobre la no existencia de Dios, Absoluto o como quieran llamarle. Yo propongo a la inteligencia de este científico de hacer una disciplina constante, seria, para buscar en su interior un universo corporal y extra corporal que ni siquiera se imagina que pueda existir.
Aquello que se manifiesta en él y en cada ser humano como el universo exterior que él a través de su gran inteligencia ensaya de descubrir, o tener la intuición de una mínima partícula misteriosa elemental de los múltiples universos sujetos al espacio-tiempo, la dualidad, creada por el hombre en esta tercera dimensión, donde el poder absoluto, llámele Dios, o como quieran, es cómplice en la mente y en la naturaleza del hombre y de las especies, en la unidad.
Una ilusión que se manifiesta en un gran universo que se considera infinito en diferentes grados de evolución, y mental de la humanidad terrestre y de otras humanidades.
Muchos al no poder encontrar a Dios renegando inconscientemente su propia existencia física, de otro lado, el karma es existir con una gran inteligencia finita, (inteligencia con una manifestación temporal, y no absoluta, porque lo único absoluto es Dios) colaborando con la mente colectiva en los acontecimientos pasados, presentes y futuros, del porque de la existencia, de los logros y en el progreso de este planeta llamado tierra.
Aquellos que no creen, no pueden crear, ni siquiera una esperanza, porque el objetivo no tiene consistencia en esta tercera dimensión y en otras dimensiones de la mente. En este científico hay solamente la intuición a través de su gran capacidad intelectual, la ilusión que se estereotipa en su memoria por aquello que la mayor parte de la humanidad llama Dios o Absoluto, y que El le permite percibir las coordenadas, tiempo-espacio de un universo ilusorio y finito, en la cual toda la humanidad y otras “Existen”. Salvo si la nada es Absoluta y crea, es Dios
Hno. Rodolfo
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