EL CAMPO BUDICO Y LOS CAMPOS MORFOGENETICOS
Preguntaron a Osho: ¿“Cuál es la función de un maestro”?
- “Crear un Budafield” (campo búdico, respondió.
Ya en 1979, en Pune, India, en su ashram (comuna), sentí por primera vez la existencia de este fenómeno, aún extraño para la ciencia moderna.
Yo estaba participando de un trabajo terapéutico, liderado por Theerta, el “encounter”, creado en Esalem, centro terapéutico con sede en California, USA.
En él se lidiaba con fuertes desafíos relacionados con la sobrevivencia (el sexo y la violencia). Sólo con la indicación de Osho (en aquella época, Bagwan) se podía participar de él.
Frecuentemente, aparecían participantes con ojos enrojecidos o con escoriaciones. Poco tiempo después este grupo fue extinguido.
En uno de los intervalos de este trabajo, yo estaba solo en el salón cuando percibí algo diferente en el espacio; una “presencia” casi física…
Solamente 27 años después, en la Escuela de Misterios, después de conocer los estudios de Rupert Sheldrake sobre los campos morfo genéticos (creadores de la forma), comencé a comprender lo que ocurría en el campo búdico de la Escuela de Misterios
Para Sheldrake el campo morfo genético es pura información y se manifiesta unitariamente en el tiempo y en el espacio.
O sea, si un aprendizaje ocurre en un campo especifico en algún lugar, esta información queda disponible en cualquier manifestación de este campo en cualquier lugar.
Ejemplo de Sheldrake: En un laboratorio en Londres un ratoncito demora una hora para descubrir el camino que llega a un queso en un laberinto. Si se repite la experiencia con otro ratón de la misma especie en New York, éste demorará menos tiempo para llegar al queso.
Explicación: El aprendizaje del primer ratón se incorporó, como información, al Campo de la especie de esos ratones.
Afirma Sheldrake que el campo morfo genético es pura información!.
Algunos lo llaman como “Archivos akáshicos”, egrégora ….
Todo lo que existe en el cosmos tiene su “historia”, una especie de radio emisor que siempre está emitiendo esas informaciones, todavía en una franja de frecuencias especificas que define ese campo. Por un lado esa radio (campo) está permanentemente al aire, haciendo disponible las informaciones, por otro, está también siempre recibiendo y almacenando nuevas informaciones emitidas por otras “radios” que están funcionando en la misma franja. Esto forma una compleja red de informaciones, con constantes “inputs” y “outputs”
A medida que estas informaciones van siendo repetidas y almacenadas en la red (campo), la emisión de las informaciones que van a definir el campo morfo genético se va volviendo un patrón, formando lo que Sheldrake llama como “resonancia mórfica”, algo así como la memoria de la especie o del individuo.
Cada persona tiene su campo que está compuesto por innumerables informaciones de todos los planos de la vida (biológico, emocional, mental…).
Cuando el primer ser humano se realizó como un Buda (súper-consciente), se creó el embrión del Campo Búdico. El paso siguiente fue la primera comunidad alrededor de él que reforzó ese campo original. El surgimiento de este primer campo búdico creo la posibilidad de la aparición de otros budas dentro y fuera de la primera comunidad. Lentamente, por el mundo, fueron surgiendo otros budas que así enriquecieron el campo búdico en el planeta con nuevas “informaciones akáshicas”
Cada Buda crea su propio campo específico que incorpora las informaciones de los otros campos búdicos a sus propias informaciones.
Si un campo búdico específico, a través del tiempo, recibe nuevas informaciones generadas por la aparición de otros budas dentro del linaje del primero, el campo es renovado. (Por ejemplo, dentro del linaje de Gautama surgió una ramificación, el Zen, que dentro del campo del budismo, está incrementando nuevas informaciones). Por ejemplo, las informaciones transmitidas por los teléfonos celulares necesitan torres re-transmisoras que refuercen la señal. Si no hay torres la señal se pierde.
Dentro del cristianismo casi no aparecieron “nuevos” Cristos, pues la iglesia no lo permitió. Así… “casi no se oye la voz de Cristo” como dijo Osho.
Los “campos búdicos” creados por todos los Budas, a través de los tiempos, constituyen el Campo Búdico Planetario o Resonancia Mórfica Búdica.
Nuestra Escuela de Misterios tiene su especificidad que es generada por sus participantes. Como la mayoría de sus participantes, desde el inicio, está compuesta por personas que están en el linaje de Osho, el campo búdico de nuestra Escuela se incluye en el campo búdico generado por Osho.
El primer grupo de nuestra Escuela se formó en Río de Janeiro. Mi cuidado inicial fue proteger ese embrión y, por eso, establecimos reglas cautelares para impedir el enflaquecimiento y la destrucción de aquel embrión (en los dos primeros años no se admitían nuevos participantes y quién faltase sin razones aceptables era excluido).
Así, naturalmente, los grupos fueron depurándose,
Poco a poco el campo búdico de nuestra Escuela se fue fortaleciendo y así, posibilitando la creación de nuevos núcleos. (Juiz de Fora (MG), São Paulo, Planalto Central (Alto Paraíso y Brasilia) Victoria (ES) y Fortaleza (CE)
En el año 2006 observé que experiencias sentidas por mujeres en la Escuela de Vitoria se repetían en mujeres en las Escuelas de Juiz de Fora y Fortaleza. Entonces comprendí que el Campo Búdico de nuestra Escuela ya estaba suficientemente fuerte como para aceptar nuevos participantes.
En el año 2007 las puertas de la Escuela se abrieron para nuevos participantes y en este año se creó la Escuela de Misterios de Buenos Aires.
En el año 2008 se abrirá la Escuela de Salvador (BA)
El campo búdico generado por nuestra Escuela, como ya expliqué, se inserta en el Campo Búdico de Osho que, a su vez, se inserta en el Campo Búdico Planetario
Este Campo Búdico Planetario se constituye de la Resonancia Mórfica originada por la vasta sucesión de Budas que fueron manifestándose en estos últimos milenios en diferentes aportes del planeta y por los nuevos campos búdicos que están surgiendo e intentando fortalecerse en el resto del mundo.
Esta “red” es algo vivo que se expande y contrae dependiendo de las condiciones de otros campos morfo genéticos que coexisten con el Campo Búdico Planetario, como los campos de los diferentes grupos sociales humanos y, dentro de ellos, los grupos religiosos, económicos, etc, etc,
Todo esto constituye el Campo Mórfico de la Vida en el planeta Tierra, que a su vez, se incluye en el Campo Mórfico del Sistema Solar que está incluido en el campo mórfico de nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se incluye en el Campo mórfico de nuestro Universo que nada mas es la Presencia. Y esta Presencia se manifiesta en el Buda…
Juzgo que el Campo Búdico Planetario ya está suficientemente fuerte para que una nueva fase de su proceso evolutivo se manifieste.
Osho dijo, en alguna parte, algún lugar… “donde se reúnan cuatro discípulos míos yo seré el quinto.”
Cristo dijo algo parecido.
Para entender esto es necesario recordar que Gautana, Cristo, Osho, etc. no son nada más que una manifestación de aquella Presencia o Divino o Consciencia Cósmica, o el Campo Búdico Planetario que esta siempre “presente” en el aquí-ahora
Gautana, en su magnífico “Sutra del Loto”, dijo que “siempre estuve, estoy y estaré aquí” y al ser interrogado sobre para donde iría después de salir de su cuerpo, Osho respondió, “no voy a ningún lugar, no hay otro lugar para ir, siempre estaré aquí con ustedes”
La Presencia está siempre presente y cuando un grupo de personas “presentes” se reúnen ella puede ser sentida y mejor aún, “actúa”
Estamos en un momento en que el Campo Búdico Planetario ya alcanzó una “estructura” suficientemente desarrollada a punto de que no se necesita un Buda físicamente “presente” para crear un Campo Búdico específico; basta que un grupo de personas “presentes” se reúnan para que la Presencia se manifieste.
Y cuál es esta manifestación?
Simplemente, el gozo, el éxtasis, la celebración de la vida e, incluso, sanaciones.
Fuertes lazos de amistad, solidaridad, se van creando, junto con la expansión de la conciencia, del vivir en el “aquí-ahora”.
Fuertes lazos de amistad, solidaridad, se van creando, junto con la expansión de la conciencia, del vivir en el “aquí-ahora”.
Esta es una experiencia que nuestra Escuela de Misterios está viviendo ahora!
ENVIADO:ELIZABETH RAMIREZ R
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