5
Por eso, den muerte a todos sus malos deseos; no tengan relaciones
sexuales prohibidas, no sean indecentes, dominen sus malos deseos, y no
busquen amontonar dinero, pues es lo mismo que adorar a dioses falsos. 6 Todo esto hace que Dios se enoje con los desobedientes. 7 Ustedes mismos se comportaban así antes de conocer a Cristo. 8
Pero ahora tienen que dejar también todo esto: no se enojen, no busquen
hacer el mal a otros, no ofendan a Dios ni insulten a sus semejantes, 9 ni se mientan unos a otros, porque ustedes ya han dejado la vida de pecado 10 y ahora viven de manera diferente. 12
Dios los ama mucho a ustedes, y los ha elegido para que formen parte de
su pueblo. Por eso, vivan como se espera de ustedes: amen a los demás,
sean buenos, humildes, amables y pacientes. 13 Sean
tolerantes los unos con los otros, y si alguien tiene alguna queja
contra otro, perdónense, así como el Señor los ha perdonado a ustedes. 4 Y sobre todo, ámense unos a otros, porque el amor es el mejor lazo de unión. 15
Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo.
Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones, y sean agradecidos. 16
No se olviden nunca de las maravillosas enseñanzas de Cristo. Y cuando
se enseñen unos a otros, o se corrijan, háganlo de manera inteligente.
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