Debido al alto costo de los entierros -
ataúd, lápida, lugar en el cementerio, etcétera - hoy en día mucha gente
está optando por la cremación.
¿Cuál es la posición del judaísmo respecto de este tema?
El judaísmo permite sólo el entierro. Esto lo encontramos escrito en la Torá, cuando Dios le dice a Adam:
"Regresarás al polvo de la tierra, porque del polvo de la tierra has venido" (Génesis 3:19).
El judaísmo no sólo prohíbe específicamente la cremación, sino que
también exige que el cuerpo sea enterrado directamente en la tierra.
¿Por qué?
Cuerpo y Alma
Al morir, el alma atraviesa una separación dolorosa del cuerpo, que
hasta ese entonces había albergado al alma. Este proceso de separación
ocurre a medida que el cuerpo se degenera. Cuando el cuerpo es
enterrado, se descompone lentamente, reconfortando de esta manera al
alma mientras se desliga del cuerpo.
La ley judía prohíbe embalsar el cuerpo o enterrarlo en un mausoleo, ya que esto retrasa el proceso de descomposición.
Este decaimiento es crucial, y es la razón por la cual la ley judía
prohíbe embalsar el cuerpo o enterrarlo en un mausoleo, ya que esto
retrasa el proceso de descomposición.
Además de esto, los judíos son enterrados en una caja de madera endeble que ayuda a acelerar el proceso de descomposición.
Por otro lado, la ley judía ordena que el entierro se lleve a cabo lo
antes posible después de la muerte.
(En Israel, los funerales
generalmente se llevan a cabo el mismo día que la persona fallece).
Todos estos requerimientos buscan el beneficio del alma.
Una razón por la cual el judaísmo prohíbe la cremación es porque el
alma sufriría un gran shock debido al desligamiento antinatural y
repentino de su cuerpo, como dice el Talmud:
"El entierro no es para los vivos, sino para el muerto" (Sanedrín 47a).
¿Y que ocurrió con las almas de millones de judíos que fueron
cremados en los hornos Nazis? Seguro que Dios resguardó esas almas para
que no sufrieran esa agonía innecesaria.
Resurrección
La tradición judía nos cuenta que cuando el cuerpo es enterrado, un
hueso pequeño de la parte posterior del cuello nunca se desintegra. A
partir de este hueso - llamado el hueso luz - será reconstruido el cuerpo humano en la futura Era Mesiánica, donde todos los muertos resucitarán.
Una persona que opta por la cremación, es como si esa persona no creyera en la resurrección.
Con la cremación ese hueso puede ser destruido y el proceso de resurrección puede ser interrumpido.
De hecho, una persona que opta por la cremación, es como si esa persona no creyera en la resurrección.
La resurrección es una creencia fundamental del judaísmo así como lo
expresa la obra clásica de Maimónides: “Los 13 Principios de Fe”:
"Creo con fe completa que vendrá la resurrección de los muertos cuando el Creador así lo desee".
Fuentes:
Bet Itzjak, Ioré Deá II, 195 (basado en el Talmud - Temurá 34a).
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