Vaishlaj(Génesis 32:4-36:43)
El Retorno de Yaakov a la Tierra de Israel
Le dijeron que Yaakov estaba en camino. “Ahora es mi
oportunidad de vengarme de este despreciable estafador”, pensó Esav,
mientras afilaba su espada por tercera vez. “Me engañó para que
vendiera mi “primogenitura” cuando yo estaba muriendo de hambre. Luego
engañó a nuestro padre para que le diera mis bendiciones. Sólo espera a
que ponga mis manos sobre él. ¡Voy a hacerlo picadillo!”.
Esav organizó a sus 400 hombres de confianza y montó delante de
ellos, dejando salir ocasionalmente un rugido para expresar su rabia.
De repente, mientras rodeaban la colina, Esav casi chocó con un rebaño
de ovejas. “¿Quienes son ustedes? ¿Quién los mandó aquí?”, le preguntó
a los pastores. “Traemos un regalo para su Señor Esav, de su siervo
Yaakov”, fue la humilde respuesta. Esav, a quien le encantaba recibir
regalos y halagos, no pudo más que reducir su enojo. De hecho,
realmente logró esbozar una sonrisa. “Por lo menos Yaakov reconoce mi
superioridad. Por lo menos entiende que uno debe “aceitar” las ruedas
para poder viajar”, pensó Esav para sí mismo.
Los pastores continuaron: “Y él está justo detrás de nosotros”. Esas palabras eran como un fósforo en un estanque de gasolina.
Esav rugió: “¡¿Detrás de ustedes?! ¡Sólo esperen a que lo alcance!”.
Su enojo se encendió nuevamente, Esav corrió hacia adelante y
afiló su espada por cuarta vez. Mientras bordeaban el siguiente cerro,
Esav divisó con asombro una manada entera de ganado. “¿Quiénes son
ustedes?”, preguntó a los pastores y recibió exactamente la misma
respuesta: “Un regalo para mi Señor Esav, de su siervo Yaakov”.
Nuevamente, casi contra su voluntad, Esav sintió que su enojo decaía:
estaba de hecho sintiéndose bien mientras le ordenaba a sus hombres que
tomaran posesión de la manada.
Luego los pastores dijeron: “Y Yaakov viene viajando detrás de
nosotros”. Nuevamente, a Esav le volvió la rabia y corrió hacia
adelante hasta encontrarse con camellos y burros, mientras el escenario
se repetía una y otra vez. Para el momento en el que Esav realmente se
encontró con Yaakov, su enojo se había acabado por completo, gracias a
la “guerra psicológica” utilizada por nuestro patriarca Yaakov. (Basado en el rabino S.R.Hirsch)
La parashá Vaishlaj relata el enfrentamiento entre Yaakov y Esav.
Después de haber escapado exitosamente de las garras de su “Tío Labán”,
Yaakov se enfrenta a su “Hermano Esav” y también al Príncipe de
Shejem. Las lecciones de supervivencia judía que aprendemos de aquí son
relevantes hasta el día de hoy. El Talmud dice que cuando los Sabios
tenían que encontrarse con oficiales Romanos, ellos repasaban primero
esta parashá. Un rabino contó que a él se le olvidó repasar la parashá y
que lo engañaron como a un niño. Cuando Menajem Begin se convirtió en
primer ministro y fue a su primera reunión oficial con el presidente
Carter, él se reunió antes con los sabios de Torá de América. ¡Ellos le
sugirieron que leyera la parashá de Vaishlaj!
* * *
Emisarios a Esav
- “Y Yaakov envió emisarios a su hermano Esav” (Génesis 32:4)
“Yo viví con Labán” (Génesis 32:5)
Los sabios comentan que las letras de la palabra “viví” (garti) contienen las mismas letras que 613 (tarig). De hecho, Yaakov estaba diciendo: “A pesar de que viví en la casa del malvado Labán, fui muy cuidadoso de observar las 613 mitzvot”.
Pregunta: ¿Por qué debía importarle a Esav si Yaakov había observado o no las mitzvot?
Respuesta: Yaakov le informó a Esav que poseía ganado, ovejas y sirvientes, para darle la impresión de que las bendiciones de Itzjak no se habían cumplido. Yaakov no recibió “el rocío del Cielo y la grosura de la Tierra”, lo que se refería a la agricultura. En ese caso Esav podía haber inferido, “tal vez la razón por la que las bendiciones no se cumplieron es porque no observaste las 613 mitzvot – en cuyo caso ¡yo soy superior!”. Por eso Yaakov enfatizó, “Yo cumplí las 613 mitzvot – y a pesar de eso sólo tengo ovejas y ganado, no agricultura. Las bendiciones por las que estás tan celoso de todas maneras no se cumplieron. En cuyo caso, ¡seamos amigos!”.
* * *
Tácticas MilitaresCuando fue informado de que Esav venía con 400 hombres, Yaakov sintió miedo (de morir) y se preocupó (de que pudiera tener que matar). Entonces dividió su campamento en dos: en caso de que uno fuera atacado, el otro podría escapar.
Podemos aprender tácticas militares de Yaakov: “Dividir el campamento” ha sido la estrategia de supervivencia del pueblo judío desde que Hamán decretó el asesinato de todo el pueblo judío. Persia fue el último reino que gobernó el mundo y que consecuentemente contenía a toda la nación judía. Desde esos tiempos, los judíos han estado dispersos a través del globo y si un campamento era atacado, el resto de la nación sobrevivía.
* * *
Conversaciones Sobre DineroDespués de los preparativos militares de Yaakov, vino un gran soborno. Esto también fue una estrategia de supervivencia de los judíos a lo largo de la historia. Los Montefiores y los Rothschilds, con un pequeño regalo por aquí y por allá, fueron capaces de prevenir violentos pogromos, salvando de esa manera innumerables vidas judías.
Yaakov mandó a Esav un enorme soborno de ganado y animales. Lo dividió en campamentos separados por un espacio, e hizo que cada líder diera el mismo mensaje a Esav: “Tú eres mi señor, yo soy tu siervo. Por favor recibe mi ofrenda”. Esta guerra psicológica funcionó de maravilla.
* * *
RezoLa táctica final y más importante de Yaakov fue el rezo. El judaísmo cree que Dios maneja el espectáculo y controla el mundo, sin embargo nosotros vivimos en un mundo de acción y no tenemos que depender sólo del rezo. Debemos realizar acciones para satisfacer nuestras necesidades. Tomamos la medicina cuando estamos enfermos, hacemos el esfuerzo de encontrar una esposa y un trabajo y nos protegemos de nuestros enemigos – sin embargo, ¡aún así creemos que todo viene de Dios!
¿Cómo logra una persona mantener esta consciencia? Además de las acciones, uno también debe rezar. El rezo es el puente que conecta el esfuerzo físico con la creencia espiritual de que Dios es quien maneja verdaderamente el mundo. Dios quiere las dos cosas, que hagamos el esfuerzo y que confiemos en Él. La combinación es formidable.
* * *
Las Tres PreguntasEsav le hizo tres preguntas a los sirvientes de Yaakov:
(1) “¿De dónde vienen?” (2) “¿A dónde van?” (3) “¿Para quién son estas cosas que están delante de ustedes?”.
Estas son similares a las tres preguntas, enumeradas en el Talmud, que cada persona debe hacerse a sí mismo: (1) ¿De dónde vienes? (2) ¿A dónde vas? (3) ¿A quién tienes que rendir cuentas?
Cada ser humano se origina de una gota de semen. Todos nosotros vamos a terminar siendo comida de gusanos en la tumba. Y al final, vamos a tener que rendir cuentas de nuestras vidas frente a Dios. Si uno considera estos puntos, nunca llegará a transgredir. (Ética de los Padres 3:1)
Los hombres de Yaakov respondieron a Esav: “Pertenecemos a Yaakov, tu siervo”. La lección para nosotros es que si nos conectamos con el pueblo judío, con los hijos de Yaakov, que es el sirviente de Dios, vamos a tener la perspectiva correcta sobre estas preguntas.
* * *
El Combate de Luchadores
Yaakov ayudó a su familia a cruzar el río y luego se quedó solo al
otro lado. Los sabios dicen que regresó a buscar algunas ollas y
sartenes que había olvidado. La lección aquí es que a pesar de que
Yaakov era rico, él apreciaba cada una de sus posesiones y no las
perdía en forma negligente. (¡No te olvides de tu paraguas en la
biblioteca!).
Yaakov se encontró con un hombre y sostuvieron un combate hasta el
amanecer. Los sabios explican que éste era el ángel guardián de Esav. A
pesar de que el ángel no pudo vencer a Yaakov, sí tuvo éxito en dañar
el nervio ciático de Yaakov (Gid Hanashé), el tendón que
sostiene el músculo de la pierna. (En recuerdo de eso, los judíos no
comen el nervio ciático de ningún animal).
El Jafetz Jaim explica el simbolismo: El Yetzer Hará (la inclinación al mal) es el ángel con el que el hombre está continuamente luchando. El Yetzer Hará
trató de hacer que Yaakov dejara de estudiar Torá y falló en forma
miserable. Luego él fue donde los que apoyan la Torá y los indujo a
invertir su dinero en otras partes y ahí tuvo éxito.
Cuando se acercaba el amanecer, el ángel le rogó a Yaakov que lo
dejara ir. Yaakov insistió en que el ángel lo bendijera. El ángel
predijo que Dios le cambiaría el nombre Yaakov por “Israel”, lo que
implicaba que él había superado al ángel y entonces el ángel guardián
de Esav confirmaría su bendición.
Pregunta: ¿Por qué el ángel tenía que irse en la mañana?
Respuesta: Para cantar las alabánzas a Dios en el Cielo.
Cuando un ángel cumple su misión, canta alabánzas a Dios. Nosotros
pensamos que el Yetzer Hará gana cuando nos hace transgredir. Realmente, lo que quiere es que superemos la tentación. Cuando Yaakov no se rindió ante el Yetzer Hará, su misión se cumplió y era el momento de irse.
* * *
El Encuentro de los Hermanos
Después de que Esav se apaciguó por la guerra psicológica de Yaakov,
ellos se encontraron cara a cara. Yaakov mostró total humildad al
inclinarse al piso 7 veces. Esav se conmovió tanto por este gesto que
corrió hacia su hermano y se abrazaron.
“Él lo besó y lloró” (Génesis 23:4)
En la Torá, aparecen puntos sobre la palabra “besó”. Algunos dicen
que esto implica que los besos no eran sinceros. Otros afirman que esto
demuestra que a pesar de que era sabido que Esav odiaba a su hermano,
en esta ocasión él besó a Yaakov en forma sincera.
El Midrash presenta una idea diferente: Cuando se besaron, Esav
trató de morder a Yaakov, pero Dios protegió a Yaakov y convirtió su
cuello en mármol, causando que Esav se rompiera los dientes. ¡Esto
explicaría porque Esav lloró! (Y tal vez los puntos son los dientes
quebrados de Esav…)
* * *
Un Asunto Familiar
Yaakov le presentó su familia a Esav. Primero presentó a sus
sirvientas y a sus hijos y ellos se inclinaron (gramaticalmente en
forma femenina). Luego presentó a Lea y a sus hijos y ellos se
reverenciaron (gramaticalmente en forma masculina) y finalmente a Yosef
y a Rajel.
Los comentaristas explican que Yaakov quería impresionar a Esav con
su humildad. Él estaba consciente de que a sus esposas les iba a costar
mostrar subordinación a Esav, dado que eran conscientes de la maldad
que Esav representaba. Por eso, Yaakov primero presentó a sus
sirvientas, que no tenían problema en inclinarse. Lea no sé sometería
delante de Esav y sólo los hijos se reverenciaron (por eso la forma
masculina). En relación a Rajel, se menciona primero a Yosef porque él
quería proteger a su hermosa madre de los ojos del malvado Esav. Yosef
se paró delante de ella, todo estirado. Pero Rajel estaba preocupada de
que Esav se ofendiera, entonces ella tomó a Yosef y juntos se
inclinaron.
* * *
El Campamento de Ángeles
Esav le preguntó a Yaakov, “¿Para qué eran todos esos campamentos
que pasé?”. Yaakov contestó, “Para encontrar gracia en tus ojos” (Génesis 33:8).
El Midrash describe campamentos de ángeles que atacaron a Esav y lo
vencieron. Sus hombres gritaron, “¡Alto! ¡Él es un nieto de Abraham!”,
pero no sirvió de nada. Luego ellos intentaron “¡Alto! ¡Él es hijo de
Itzjak!”, pero tampoco tuvieron éxito. Finalmente ellos intentaron
“¡Alto! ¡Él es hermano de Yaakov!”. En ese momento los ángeles se
detuvieron y afirmaron, “Si es así, él es uno de nosotros”. (Rashi)
Este escenario se repitió varias veces, hasta que Esav finalmente
cojeó hasta el campamento de Yaakov ¡con muletas y vendas en casi todo
su cuerpo!
* * *
Satisfecho con su Parte
“Esav dijo, ‘Yo tengo mucho, mi hermano. Guarda para ti lo que es tuyo’”. (Génesis 33:9)
Los sabios dicen que en ese momento Esav le concedió la primogenitura y las bendiciones a Yaakov.
Yaakov respondió, “Tengo todo” (Génesis 33:11), queriendo
decir “Tengo todo lo que necesito”. Esto enseña una gran lección. Una
persona debe estar satisfecha con su parte o si no va a pasar toda su
vida “¡tratando de estar a la altura de los que tienen más!”. Esav
dijo, “¡Tengo mucho: tengo todo un montón! ¡Tengo cargamentos! ¡Pero
aún así quiero mucho más!”.
El Talmud (Ética de los Padre 4:1) define a la persona rica como
aquella que está satisfecha con su porción. Parafraseando: “Debes
querer lo que tienes y tendrás lo que quieres. Pero, si quieres lo que
no tienes, ¡nunca tendrás lo que quieres!”.
* * *
La Compañía de Esav
En ese momento, Esav le ofreció a Yaakov que viajaran juntos. Yaakov
de forma educada se negó, diciendo, “Los niños son débiles y el ganado
puede morir si lo apuramos” (Génesis 33:13). Yaakov le ofreció a Esav
que se encontraran más adelante en Sair, donde vivía Esav. Por
supuesto, nunca cumplió con esta cita. Yaakov se dio cuenta que hacerlo
habría comprometido la educación de sus hijos, que eran muy
influenciables. Ellos no podían ser amigos de Esav.
Esto es lo opuesto al enfoque “moderno”. Frecuentemente, cuando la
sociedad secular abraza a los judíos y los invita a unirse a su
cultura, el judío moderno “hace todo lo posible” para impresionarlos.
Esto le abre la puerta a la asimilación. Vemos que cuando se le
presentó esta oportunidad a nuestro patriarca Yaakov, él la rechazó en
forma educada y fue capaz de criar a sus hijos con una visión judía de
vida muy diferente.
* * *
¿Dónde Estaba Dina?
No vemos que se mencione a Dina en el encuentro con Esav. Los sabios
dicen que Yaakov la escondió en una caja para que Esav no pusiera sus
ojos en ella. Esto fue considerado un error porque tal vez Dina se
habría convertido en su esposa y habría tenido un efecto positivo en
Esav.
Algunos comentaristas explican que esto no es literal. Obviamente,
Yaakov no podía arriesgarse a que su hija se casara con su malvado
hermano, pero los sabios están criticando su actitud. En vez de llorar
cuando cerró la caja, “¡Qué vergüenza que mi hermano no se merezca a mi
hija!” él cerró la cajá pensando “¡Él no va a tener a Dina!”. Por eso
Yaakov fue castigado.
* * *
El Secuestro de Dina
Yaakov entró a la Tierra de Israel y acampó afuera de la ciudad de
Shejem. Compró allí un campo (la segunda adquisición de los patriarcas
en la tierra de Israel) al gobernador llamado Jamor (literalmente
“burro”).
“Dina fue afuera a ver a las niñas de la tierra” (Génesis 34:1)
A pesar de que esta no era la naturaleza de una mujer, Dina fue
originalmente programada para ser hombre (ver parashá Vaietzé). Ella
siguió el ejemplo de su justa madre Lea de “salir” con un buen
propósito (ver Génesis 30:16). Podemos asumir que la meta de Dina era
atraer a las mujeres de Shejem para enseñarles sobre Dios.
Shejem el hijo de Jamor también fue afuera a ver a las niñas y
cuando encontró a Dina entre ellas la violó y la secuestró. Esto fue
una violación total a las leyes de Noaj que prohibían el asalto de
cualquier forma. Toda la ciudad estaba obligada a imponer que se
hiciera justicia.
Shejem se enamoró locamente de Dina (obviamente este amor no era
recíproco) y envió a su padre Jamor a pedir su mano en matrimonio.
Yaakov podía haber acudido al sistema local de justicia para obtener la
libertad de su hija, sin embargo, fue convencido desde el comienzo de
que ¡ellos jamás lograrían condenar al hijo del gobernador! El único
recurso era la fuerza física. Él sabiamente dejó que sus hijos la
aplicaran.
Cuando los hermanos escucharon las noticias del compromiso. Dijeron: “Una acción como esa no debe hacerse” (Génesis 34:7). No debe hacerse en general, y particularmente no debe hacerse a la hija de Yaakov, un hombre honorable.
Shejem y Jamor le ofrecieron mucho dinero a Yaakov y sugirieron
fusionarse en una sola nación y casar a sus hijas entre ellos. Sonaba
como una oferta noble pero por supuesto tenemos que considerar el hecho
de que Dina estaba prisionera. Si ellos la hubieran devuelto y hubiera
pedido su mano para matrimonio, podría haber sido diferente. Al
mantenerla cautiva, ellos demostraron insinceridad y sus nobles
palabras sólo sirvieron para cubrir el descarado acto de violación y
secuestro.
Por eso, los hijos de Yaakov tenían justificación para utilizar los
medios necesarios para liberar a su hermana. Dina estaba cautiva,
entonces los hermanos no podían simplemente rechazar en forma educada
la oferta del gobernador. Ellos afirmaron que la familia tenía una
aversión a los hombres no circuncidados, por lo que para fusionarse,
todos los ciudadanos de Shejem debían circuncidarse. Los hermanos
asumieron que su oferta sería rechazada, lo que les habría dado el
pretexto para exigir a su hermana e irse.
Pero ellos subestimaron el fuerte deseo de Shejem por Dina y el
poder que la familia del gobernador ejercía sobre los pobres siervos.
Shejem y Jamor convencieron a toda la población masculina de que se
circuncidaran.
En el tercer día, cuando la gente estaba con el mayor dolor después
de la cirugía, los hermanos los escucharon jurando, “Sólo espera a que
nos sanemos, ¡mataremos a estos judíos por esto!” (Midrash).
Técnicamente toda la ciudad era culpable de ser cómplice del secuestro y
al no juzgar a sus perpetradores, ellos merecían la pena de muerte.
Shimon y Levi, que sintieron la agonía de su hermana, entraron a
hurtadillas a la ciudad. Inmediatamente liberaron a Dina y luego
mataron a los hombres. Los hijos de Yaakov saquearon la ciudad. Esto
debía ser una lección para el mundo.
Yaakov estaba muy enojado con sus acciones. Él sentía que ellos
estaban poniendo el futuro del pueblo judío en riesgo y actuando
solamente por enojo. Incluso años después en su lecho de muerte, en vez
de bendecir a Shimon y a Levi, él maldijo el enojo que ellos
sintieron.
La respuesta de los hermanos fue, “¿acaso debe ser nuestra hermana como una prostituta?”
(Génesis 34:31) Shejem no habría hecho eso a una de sus ciudadanas,
entonces sólo porque ella es una extraña, una judía, ellos se sintieron
libres de actuar de esta manera. Debemos enseñarle al mundo que los
judíos no son blanco fácil. (Rabino Hirsch, Ohr Hajaim)
Esta historia complementa el comienzo de la parashá, donde Yaakov
trata con un Esav hostil. Al tratar con adversarios, debemos tratar de
mostrar humildad y utilizar el soborno cuando es necesario. Sin
embargo, hay momentos donde debemos tomar una posición de orgullo judío
y no dejar que vayan demasiado lejos. (Esos límites aquí no están
claramente delimitados, y es necesario una guía rabínica para saber
cómo actuar en cada situación.)
* * *
La Muerte de Rajel
Mientras Yaakov comenzaba su viaje final de vuelta a casa. Rajel
empezó con trabajos de parto en el camino y dio a luz a la tribu final
de Israel. Rajel tuvo un parto con riesgo vital y cuando el bebé salió,
la matrona anunció, “No tengas miedo, pues este también es tu hijo” (Génesis 35:17), queriendo decir que su misión de crear las Doce Tribus se había logrado.
Cuando Rajel sintió que moría, llamó a su hijo “el hijo de mi sufrimiento”. Su padre Yaakov, sin embargo, inmediatamente cambió el nombre a Binyamin (el hijo de mi mano derecha).
Yaakov enterró a Rajel en el camino que lleva a Betlejem, ni
siquiera la llevó al pueblo más cercano. La razón de esto era que en el
futuro cuando los judíos fueran exiliados a Babilonia, pasarían por
este camino y tendrían consuelo en la tumba de su Madre Rajel. El
profeta Jeremías vio a Rajel levantándose de su tumba y llorando
lágrimas amargas por sus hijos, hasta que Dios le prometió que ellos
retornarían a sus fronteras.
Yaakov hizo un monumento en la tumba de Rajel que es visitada hasta
el día de hoy. Los comentaristas destacan que el monumento era
solamente para saber exactamente donde estaba la tumba y no un
monumento a Rajel misma. La idea es que la vida de las personas justas y
sus logros son sus propios “monumentos” ¡no las tablas de piedra que
están sobre sus restos!
* * *
Finalmente en Casa
Yaakov finalmente regresó a casa de su padre Itzjak. Itzjak murió a
la edad de 180 años tal como lo registra la Torá. Esav y Yaakov lo
enterraron.
La muerte de Rivka no se menciona. Itzjak era ciego y era incapaz de
oficiar en su funeral. Yaakov estaba lejos de casa. Si el único
miembro de la familia en el funeral hubiera sido Esav, no habría sido
honorable para la justa Rivka. Por eso, los sirvientes mantuvieron su
muerte en silencio y la enterraron rápidamente, antes de que Esav
pudiera enterarse de las noticias. Dado que lo mantuvieron en secreto,
la Torá tampoco lo revela.
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