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El Cáncer no es una Enfermedad; Es un Mecanismo de Sobrevivenciaby CienciayEspiritu |
Lo
que estás por leer pueda que estremezca o hasta desmantele los mismos
fundamentos de tus creencias sobre tu cuerpo, salud y curación. El
título “Cáncer NO es una Enfermedad” puede ser tan estremecedor para
muchos, provocativos para otros, pero sí, favorecedor para todos. Es una
revelación para aquellos quienes son lo suficiente abiertos de mente en
considerar la posibilidad que el cáncer y otras enfermedades
debilitadoras en sí, no son enfermedades, solo esfuerzos desesperados y
finales por el cuerpo para mantenerse vivo por el tiempo que las
circunstancia lo permitan.
Quizás
te sorprendas en aprender que una persona que es afligida con las
causas principales del cáncer (lo cual constituye la verdadera
enfermedad) que en lo más posible moriría rápidamente si no produjese
células cancerígenas. En este artículo, les mostraré evidencia al
efecto.
Además
clamo que el cáncer no solo ocurre después que todas las defensas o
mecanismos de curación en el cuerpo han fallado. En circunstancias
extremas, el ser expuesto a abundantes cantidades de agentes que
producen cáncer (carcinógenos) puede traer al cuerpo a un colapso del
sistema de defensas en algo de semanas o meses permitiendo desarrollos
agresivos y rápidos de tumores cancerígenos. Aunque por lo general, coge
muchos años, hasta décadas, para que estos tumores “malignos” se formen
Desafortunadamente,
percepciones equivocadas o una falta de conocimiento sobre las razones
detrás del crecimiento del tumor han convertido a tumores “malignos” en
monstros viciosos que no tienen otro propósito más que matarnos en
represalia por nuestros pecados o de abusos contra el cuerpo. Sin
embargo, como
vas a entender, el cáncer está de nuestro lado, no contra nosotros. A
no ser que cambiemos nuestras percepciones de lo que el cáncer
verdaderamente es, este continuará en resistir tratamientos, en
particular de métodos más “avanzados.” Si tú tienes cáncer, y cáncer es
en sí parte de reacciones de sobrevivencia compleja del cuerpo y no una
enfermedad, como lo sugiero que es, encontrarás respuestas a las siguientes preguntas:
* ¿Qué razones obligan a tu cuerpo a desarrollar células cancerígenas?
*
Una vez que hayas identificado las razones, ¿podrás cambiarlas? ¿Qué
cosa es lo que determina el tipo y severidad del cáncer que está
afligiendo a tu cuerpo?
*Si
el cáncer es un mecanismo de sobrevivencia, ¿qué cosa es lo que se
necesita hacer para prevenir a que el cuerpo tome el curso de tales
medidas de defensas tan drásticas?
*
Siendo que el diseño genético original del cuerpo siempre favorece la
preservación de la vida y protección contra adversidades de cualquier
tipo, ¿por qué es que el cuerpo permitiría su auto-destrucción?
*¿Por qué es que casi todos los cánceres desaparecen por sí mismos, sin intervención médica?
*
Es verdad que ¿radiación, quimioterapia y cirugía curan el cáncer, o es
que los sobrevivientes se curan por otras razones, por encima de estos
tratamientos radicales cargados con efectos colaterales?
*¿Qué roles tienen él: temor, miedo, frustración, baja auto-estima e ira reprimida en el origen y resultado final del cáncer?
* ¿Cuál es la lección del desarrollo detrás de cáncer en él cuerpo?
Para
tratar con las raíces del cáncer, tú tienes que encontrar respuestas
prácticas y satisfactorias a las preguntas presentadas. Si sientes la
urgencia interna de darle algún sentido de este evento que cambia la
vida, (por decir el cáncer), tú en lo más posible te recuperarás de
este. El cáncer puede ser la oportunidad más grande que te haya ocurrido
para ayudarte a restaurar balance en todos los aspectos de tu vida,
pero también puede ser el resultado de un trauma severo y un sufrimiento
continuo. De cualquier forma tú estás siempre en control de tu cuerpo.
Para
vivir dentro de un cuerpo humano, tú tienes que tener acceso a cierta
cantidad de energía. Tú tienes la opción de usar esta energía inherente
en una forma fortalecedora y auto-sostenible o en una forma
destructiva y debilitadora. En caso que tú consciente o
inconscientemente escojas negligencia o auto-abuso por encima de una
atención amorosa y auto-respeto, tu cuerpo en lo más seguro terminará
teniendo que luchar por su vida.
El cáncer no es más que sólo una de las muchas formas que el cuerpo está tratando de cambiar la forma que tú te ves y como
te tratas, incluyendo por supuesto a tu cuerpo. Esto inevitablemente
trae el tema de salud espiritual, lo cual tiene en lo mínimo un rol tan
importante en el cáncer como las razones físicas y emocionales.
Pareciere
que el cáncer es un desorden predecible y altamente confuso. Pereciere
afectar a las personas bien felices y los bien tristes, ricos y pobres,
los que fuman y los que no fuman, los bien saludables y los no tan
saludables. Personas de todo tipo de experiencia y ocupaciones en la
vida pueden tener cáncer. Sin embargo, si te atreves a mirar detrás de
la máscara de sus síntomas físicos, como
el tipo, apariencias y comportamiento de células cancerígenas, tú
encontrarás que el cáncer no es algo co-incidental o impredecible como pareciere ser.
¿Qué
cosa es lo que hace que el 50% de la población hoy en día sea propensa a
desarrollar cáncer, cuando la otra mitad no tienen ningún riesgo?
Culpar a los genes de eso es sólo una excusa para encubrir la ignorancia
de sus verdaderas causas. Además, cualquier buen investigador genético
te dirá que tal creencia es falta de lógica y claramente no-científica
(como se explicará).
El
cáncer siempre ha sido un enfermedad bien rara, excepto en países
industrializados durante los últimos 40-50 años. Genes humanos no han
cambiado significativamente por miles de años. ¿Por qué es que estarían
cambiados en una forma tan drástica ahora y de pronto este cambio se
decidiera a manifestarse en decenas de personas? La respuesta a esta
pregunta es increíblemente simple: Genes dañados o defectuosos no matan a
nadie. ¡El cáncer no mata a una persona que esté afligida con este! Lo
que mata a una persona con cáncer no es el tumor, pero la numerosas
razones detrás de las mutaciones celulares y la razón del por qué es que
el tumor se ha desarrollado. Estas razones básicas son las que deberían
de ser el enfoque detrás de todo tratamiento de cáncer, pero todavía la
mayoría de oncólogos típicamente las ignoran. Conflictos constantes,
vergüenza, por ejemplo, pueden fácilmente paralizar las funciones más
básicas del cuerpo y resultar en el desarrollo de un tumor cancerígeno.
Después de ver a miles de personas con cáncer como
pacientes en un periodo de más de dos décadas, he empezado a reconocer
cierto patrón de pensamiento, creencias y sentimientos que son comunes
en la mayoría de ellos. Para ser más específico, todavía no he conocido
un paciente con cáncer que no siente el pesar de algunos de los
siguientes: pobre auto-estima, conflictos no resueltos y preocupaciones,
o traumas emocionales del pasado que todavía se encuentran morando en
su subconsciente. El cáncer, la enfermedad física, no puede ocurrir a no
ser que haya una enmarcada presencia de una molestia emocional y/o un
asentamiento de frustración profunda.
Pacientes
con cáncer típicamente sufren de falta de auto-respeto o baja-estima y
muchas de las veces tienen lo que llamo “situaciones no terminadas” en
sus vidas. El cáncer en sí puede ser una fuente que puede revelar la
presencia de un conflicto interno. Además, el cáncer puede ayudarlos a
llegar a estar en términos y hasta por último ayudar a curarlos. La
forma de remover la mala yerba es jalarlas con sus raíces. Esto es como deberíamos tratar con el cáncer, de otra forma, puede eventualmente re-ocurrir.
Las
siguientes declaraciones son bien importantes en la consideración de
cáncer: “El cáncer no causa a que la persona se enferme; es la
enfermedad de la persona que causa el cáncer.” Para tratar el cáncer en
una forma efectiva requiere que el paciente llegue a una función integra
y plena de nuevo en todos los niveles de su cuerpo, mente y espíritu.
Una vez que las causas del cáncer hayan sido adecuadamente
identificadas, llegará a ser aparente lo que necesita hacerse para que
lograr una recuperación total.
Es
un hecho médico que todas las personas tiene células cancerígenas todo
el tiempo. Estas células cancerígenas permaneces indetectables por medio
de pruebas convencionales hasta que se hayan multiplicado a varios
billones y estén causando daños. Cuando los doctores anuncian a sus
pacientes de cáncer que los tratamientos que ellos prescriben han
eliminado todas las células cancerígenas, ellos meramente se están
refiriendo a pruebas que tienen la habilidad de detectar un cierto
número de células cancerígenas. Tratamientos convencionales pueden
reducir el número de células cancerígenas a un nivel indetectable, pero
esto de por cierto no puede erradicar todas las células cancerígenas.
Siempre y cuando las causas del tumor permanezca intactas, el cáncer
puede re-aparecer en cualquier momento, en cualquier proporción y en
cualquier sitio del cuerpo.
El curar el cáncer tiene poco que ver con deshacerse con un grupo de células cancerígenas detectables. Tratamientos como
quimioterapia y radioterapia pueden de por cierto envenenar o quemar
muchas de las células cancerígenas, pero estos procesos también puede
destruir muchas células en la médula, tracto intestinal, hígado,
riñones, corazón, pulmones, etc., lo cual muchas veces resultan en daños
irreparables de órganos y sistemas enteros en el cuerpo. Una verdadera
curación de cáncer no ocurre al costo y destrucción de otras partes
vitales del cuerpo.
Cada
año, cientos de miles de personas quienes una vez eran “exitosamente”
tratadas de cáncer mueren de infecciones, ataques al corazón,
insuficiencia hepática, insuficiencia renal, y otras enfermedades,
porque los tratamientos de cáncer generan una cantidad masiva de
inflamación y destrucción de los órganos y sistemas del cuerpo. Por
supuesto, estas causas no son atribuidas al cáncer. Esta omisión
estadística lo hace lucir como
si estuviéramos progresando en la lucha contra el cáncer. Sin embargo,
muchas más personas están muriendo a causa de los tratamientos de cáncer
que del mismo cáncer. Una verdadera curación es lograda solo cuando las
causas de desarrollo excesivo de células cancerígenas han sido
removidas o detenidas.
Poder en la Palabra
El
cáncer es la segunda “causa” de muertes hoy día en el continente
Americano. De acuerdo a la Asociación Americana de Cáncer, alrededor de
1.2 millones de casos fueron diagnosticados con cáncer en el 2008. Más
de 552,000 personas morirían de este. Entre hombres, los tres cánceres
más comunes que se esperan es cáncer a la próstata (180,400 casos),
cáncer a los pulmones (89,500 casos), y cáncer colorectal (63,600). Los
tres canceres líder en las mujeres son cáncer al seno (82,800 cases),
cáncer a los pulmones (74,600) y cáncer colorectal (66,600 casos).
El
cáncer no solo es una palabra, pero también una declaración que se
refiere al comportamiento anormal o excepcional de las células en el
cuerpo. Sin embargo, en un contexto bien diferente, el cáncer es
referido como
una señal estelar. Cuando alguien te dice que tú eres un “cáncer”, ¿vas
a estremecerte de temor de morir? En lo más posible que no por qué tu
interpretación n de ser del signo de cáncer no implica que tienes
cáncer, la enfermedad. Pero si tu doctor te llama a su oficina y te dice
que tú tienes cáncer, en lo más seguro que tú te sentirás paralizado,
adormecido, aterrorizado, sin esperanza, o todos los mencionados.
La
palabra “cáncer” tiene el potencial de jugar un rol bien perturbador y
precario, uno que es capaz de entregar una condena de muerte. Siendo un
paciente de cáncer pareciere empezar con el diagnóstico de cáncer,
aunque sus causas pueden que hayan estado allí por muchos años antes que
hayas sentido síntomas de enfermedad. La palabra “cáncer” tiene la
capacidad de rápidamente voltear “patas pa´rriba” el mundo de alguien.
¿Quién
o qué en este mundo le ha “vestido” a esta simple palabra o declaración
el gran poder que puede presidir sobre la vida o muerte de una persona?
o “¿Es esta la verdad, en realidad? o ¿Pudiera ser en sí que nuestra
creencia colectiva social, que el cáncer es una enfermedad asesina,
además de los tratamientos agresivos que siguen al diagnóstico, sean en
su mayoría el responsable de la escalada dramática del cáncer en el
hemisferio Occidental? ¡Una fantasía bien esculpida, dirías! En esta
conferencia/ taller de conocimiento y práctica les mostraré que el
cáncer no tiene ningún poder de controlarnos, a no ser que nosotros
conscientemente se lo permitamos a que crezca en respuesta a las
creencias, percepciones, actitudes, pensamientos que tenemos, y las
opciones de vida que optemos en tomar.
¿Estaríamos
tan atemorizados del cáncer si supiéramos lo que lo haya causado o en
lo mínimo entendiéramos cuales fueran sus causas y propósitos? ¡En lo
más posible que no! Si la verdad fuera dicha, nosotros hiciéramos todo
lo posible para remover las causas y, así, estableciéramos las
precondiciones para que el cuerpo se cure por sí mismo.
Un
poquito de conocimiento (lo cual llamamos ignorancia) es en sí, una
cosa peligrosa. Casi todos, por lo mínimo en el mundo industrializado,
sabe que el beber agua de un pozo contaminado o un lago envenenado puede
causar una diarrea que amenaza a la vida, pero todavía bien pocas
personas se dan cuenta que el guardar resentimiento, ira
y temor/miedo, o comer comidas rápidas o chatarra, aditivos químicos, y
edulcorantes artificiales, son nada menos peligrosos que el beber ese
tipo de agua contaminada/ envenenada; solo que pueda que tome un poquito
más de tiempo matar a la persona que la ameba lo haría
Juicio Erróneo
Todos sabemos que si la cimiente de una casa es fuerte puede aguantar retos externos, como una fuerte tempestad. Como
veremos, el cáncer es meramente una indicación que hay algo deficiente
en nuestro cuerpo y en la vida en sí. El cáncer muestra que la vida como
algo integral (físico, mental, espiritual) está sobre cimiento débil y
es bien frágil, por decir lo mínimo. Sería tonto, que un jardinero moje
hojas marchitadas de un árbol cuando el verdadero problema no es lo que
pareciere ser, específicamente, en el nivel sintomático (o hojas
marchitadas). Al regar las raíces de la planta el naturalmente atiende
al nivel causativo, y consecuentemente, la planta se regenera a sí misma
con puntualidad y brevedad automáticamente.
Al
ojo experto de un jardinero, el síntoma de hojas marchitadas no es una
enfermedad de temer. El reconoce que el estado de deshidratación n de
estas hojas es solo una consecuencia directa de una nutrición inadecuada
que es tan necesaria para su propio sustento y la del resto de la
planta.
Aunque este ejemplo de la naturaleza pareciere ser una analogía simplista, ofrece un entendimiento profundo de un proceso de enfermedad bien complejo en el cuerpo humano. Si se describe con exactitud uno de los principios más fundamentales que controla la formas de toda vida en el planeta. No importa cuán adeptos nos hallemos a ser en la manipulación de las funciones de nuestro cuerpo por medio de las herramientas de la medicina alopática, este principio básico altamente evolucionado no puede ser suprimido ni violado sin pagar el alto precio de un sufrimiento copado-con-efectos- colaterales y dolor – físico, emocional y spiritual.
Aunque este ejemplo de la naturaleza pareciere ser una analogía simplista, ofrece un entendimiento profundo de un proceso de enfermedad bien complejo en el cuerpo humano. Si se describe con exactitud uno de los principios más fundamentales que controla la formas de toda vida en el planeta. No importa cuán adeptos nos hallemos a ser en la manipulación de las funciones de nuestro cuerpo por medio de las herramientas de la medicina alopática, este principio básico altamente evolucionado no puede ser suprimido ni violado sin pagar el alto precio de un sufrimiento copado-con-efectos- colaterales y dolor – físico, emocional y spiritual.
Yo
reto fervientemente la declaración que el cáncer no es una enfermedad
asesina. Además, demostraré que el cáncer no es una enfermedad en sí.
Muchas personas quienes reciben una sentencia de cáncer “terminal” en
sí, han desafiado la prognosis y han llegado a experimentar una remisión
total.
La Necesidad de Soluciones
No
existe un cáncer del cual no hay un sobreviviente, sin importar que
avanzado haya estado. Aunque una persona haya logrado curar su cáncer,
tiene que haber un mecanismo para eso, de la misma forma que hay un
mecanismo para crear el cáncer. Cada persona en el planeta tiene la
capacidad para crear ambos. Si tú has sido diagnosticado (a) con cáncer,
pueda que tú no puedas cambiar el diagnóstico, eso de por cierto está
en tu poder, el alterar las consecuencias destructivas que este tenga
sobre ti. La forma cómo ves al cáncer y las medidas que tomes después
que has recibido el diagnóstico son los determinantes más poderosos de
tu futuro bienestar; o la falta de este.
La referencia indiscriminada por profesionales y por el público en general, sobre el “cáncer” como
un asesino ha hecho de este un desorden con consecuencias trágicas para
la mayoría de pacientes y a sus familias hoy día. El cáncer ha llegado a
ser sinónimo a sufrimiento extraordinario, dolor y muerte. Eso es
verdad por encima del hecho que el 90-95 por ciento de todos los
cánceres parecieren aparecer y desaparecer fuera de su aceptación de
este o no. No existe un día en el cual el cuerpo no esté produciendo
millones de células cancerígenas. Algunas personas, bajo un estrés
severo temporario producen mayor cantidad de células cancerígenas que lo
normal y forman agrupaciones de células cancerígenas y desaparecen
cuando ya se sienten mejor. Secreciones del químico anti-cancerígeno,
Interleukin II, por el cuerpo, es reducido durante una compulsión mental
e incrementan de nuevo cuando la persona se siente relajada y gozosa.
Así que, la mayoría de canceres se desvanecen sin ninguna forma de
intervención médica y sin causar ningún real daño.
Ahora
en este mismo momento hay millones de personas caminando con cánceres
en sus cuerpos sin tener una idea que ellas lo tienen. De la misma
forma, hay millones de personas quienes curan sus cánceres sin ni quiera
saber que lo tenían en su cuerpo. En conjunto, hay mas remisiones de
canceres espontáneos que los que son diagnosticado y tratados.
La
verdad es que, relativamente bien pocos cánceres en sí, llegan a ser
“terminales.” Sin embargo, una vez diagnosticados, no se les da la
oportunidad, a la mayoría de estos a desaparecerse por sí mismos. Ellos
son rápidamente son atacados con un arsenal de armas poderosas y
destrucción celular como
drogas de quimioterapia, radiación y el “asesino” bisturí quirúrgico.
El problema con pacientes con cáncer es que, aterrorizados con el
diagnóstico, ellos someten a sus cuerpos a todos estos procedimientos
que cortan/queman/ envenenan, que en lo más posible que no, los lleva al
día de su sentencia final: “Tengo que decirle que con nuestra profunda
pena no hay nada más que se pueda hacer para ayudarle, puede irse a su
casa.”
La
pregunta más apremiantes no es ¿Cuan avanzado o peligroso es el cáncer,
pero que cosa es lo que necesitamos hacer para no morir de este? ¿Por
qué es que la mayoría de personas pasan por el cáncer como
si fuera un resfriado? que, ¿Es su suerte o es que no existe un
mecanismo en acción que inicie la curación? En otras palaras, ¿cual es
elemento que está obstruyendo al cuerpo a que se cure en una forma natural, o cual es el elemento oculto que hace al cáncer tan peligroso, si es que es peligroso, en sí?
Las
respuestas a todas estas preguntas se encuentra en la reacción de la
persona quien tiene al cáncer, y no con el grado de “maldad” o etapa
avanzada a la que pareciere haber progresado. ¿Crees tú que el cáncer es
una enfermedad? En lo más seguro que tu respuesta es un, “sí,” dada la
opinión “informada” de la industria médica y de la prensa con que han
alimentado a las masas por muchas décadas. Pero, la pregunta más
apremiante que raramente es hecha permanece: “Por qué es que tú piensas
que el cáncer es una enfermedad?” Tú podrías decir: “Por qué yo se que
el cáncer mata a personas cada día.” Te seguiría preguntando: “¿Cómo es
que sabes que es el cáncer es lo que mata a las personas?” Tú podrías,
quizás argumentar que la mayoría de personas que tienen cáncer mueren,
así que obviamente debe de ser el cáncer que las mata. Además, tú
pudieras razonar, todos los expertos, doctores, nos dicen eso.
Déjeme
hacerles otra pegunta, una media rara: ¿Cómo tú sabes por seguro que tú
eres el hijo/hija de tu padre y no de otro hombre? ¿Es por qué tu madre
te dijo eso? ¿Qué te hace pensar que tu madre te dijo la verdad?
Probablemente porque tú le crees a ella; y tú no tienes ni una razón en
no creerle. Después de todo, ella es tu madre, y madres no mienten sobre
esas cosas. O, ¿sí? Aunque tú nunca en verdad sabrás si la persona que
crees que es tu padre, es en verdad, es tu padre, por encima de todo tú
has hecho objetivamente lo que has creído en algo que tú “sabes” que es
una verdad irrefutable.
Aunque
no hay ni una prueba científica que el cáncer es una enfermedad (versus
un mecanismo de sobrevivencia) la mayoría de personas insisten que es
una enfermedad por qué eso es lo que se le ha dicho que crean. Pero por
encima de todo, esa creencia es solo un decir basada en la opinión de
otras personas. Estas otras personas lo han escuchado de otras personas.
Eventualmente, la” verdad” del cáncer siendo una enfermedad puede ser
trazada a algunos doctores quienes han expresado sus sentimientos
subjetivos o creencias de lo que ellos han observado y escrito en
algunos artículos o reportes médicos. Otros doctores están de acuerdo
con esa opinión, y con el pasar del tiempo, ha llegado a ser un hecho
“bien establecido” que el cáncer es una enfermedad bien malvada que de
alguna forma se acoge de personas para que las mate. Sin embargo, la
verdad del hecho es que pueda que sea totalmente diferente.
La Sabiduría de las Células Cancerígenas
Las
células cancerígenas no son una parte de un proceso de enfermedad
maliciosa. Cuando células cancerígenas se esparcen (metástasis) en todo
el cuerpo. No es su propósito o meta interrumpir las funciones vitales
del cuerpo. Infectar a las células saludables o arrasar a su hueste (el
cuerpo). Auto
destrucción no es la meta de ninguna célula, a no ser, por supuesto,
sean viejas y listas a ser desechadas para su reemplazo. Células
cancerígenas, como
todas las otras células saben que si el cuerpo muere, ellas morirán
también. Solo porque algunas personas asumen que las células
cancerígenas están allí para destruir el cuerpo eso no significa que las
células cancerígenas tienen tal propósito o habilidad.
Un
tumor cancerígeno no es ni la causa de una progresión destructiva ni
tampoco en sí resulta en la lleva a la muerte del cuerpo. No existe nada
en la célula cancerígena que tiene ni remotamente la habilidad de matar
a nada. Lo que eventualmente resulta en una habilidad remota de matar a
nada ni nadie. Lo que eventualmente resulta en la descomposición n del
órgano o del cuerpo entero es la descomposición n del tejido celular lo
cual es el resultado de la continua privación de nutrientes y de la
fuerza de vida. La reducción drástica o insuficiencia de abastecimiento
de nutrientes vitales a las células de un órgano no es primariamente una
consecuencia de un tumor cancerígeno, pero en sí su causa principal.
Por
definición, una célula cancerígena es una célula normal, saludable que
ha sufrido una mutación genética al punto que puede vivir en un ambiente
anaeróbico (un ambiente donde no hay accesibilidad de oxígeno). En
otras palabras, si tú privas a una célula (su fuente primaria de
oxigeno), alguna de ellas morirán, pero otras lograrán alterar su
programa genético y mutar en una forma más ingeniosa: las células podrán
vivir sin oxígeno y derivar algo de su energía genética de tales cosas como desecho metabólico celular.
Pueda
que sea más fácil entender el fenómeno de células cancerígenas cuando
son comparadas con el comportamiento de microorganismos comunes.
Bacteria, por ejemplo, son divididas en dos grupos principales:
aeróbicas y anaeróbicas, significando, aquellas que necesitan usar
oxígeno y aquellas que pueden vivir sin este. Esto es importante
entender siendo que tenemos más bacteria en nuestro cuerpo que lo que
tenemos células. Bacteria aeróbica prosperan en un ambiente oxigenado.
Ellas son responsable por ayudarnos con la digestión de alimentos y la
producción de nutrientes importantes como
vitaminas B´s. Bacteria anaeróbica, por otro lado, puede parecer
prosperar en un ambiente donde el oxígeno no llega. Ellas descomponen
desechos, depósitos tóxicos y células muertas y desgastadas.
El cuerpo ve al cáncer como
si fuera un mecanismo de defensa importante que hasta causa la
formación de nuevas vías sanguíneas para garantizar el abastecimiento
tan necesario de glucosa y así, la sobrevivencia y la extensión de
células cancerígenas. Este sabe que las células cancerígenas no causan,
pero en sí previenen la muerte; por lo menos por un tiempo, hasta que la
descomposición n o desgaste de un órgano resulte en el deceso del
organismo entero. Si el mecanismo que incita el cáncer (factor causal)
es tratado adecuadamente, tal resultado pudiera evitarse.
Es
una creencia común que nuestro sistema inmune nos protege contra
cáncer. Sin embargo, esto es solo una verdad parcial. Por un lado, el
sistema inmune rápidamente destruye millones de células cancerígenas que
un cuerpo saludable produce como
parte de un proceso de movimiento de 30 billones de células. Por otro
lado, el sistema inmune no toma ninguna acción para erradicar células
cancerígenas que se desarrollan en reacción a la acumulación de toxinas,
congestión y la presencia del estrés emocional.
Cánceres y todos los otros tejidos en el cuerpo son cargados con células blancas que destruyen células cancerígenas, como
células –T en el caso de cáncer renal y melanomas. Por ejemplo, células
blancas componen hasta 50 por ciento de la masa de tejidos
cancerígenas. Siendo que estas células – T, con facilidad, reconocen
tejidos mutados o extraños como
células cancerígenas, tú esperarías que estas células inmune atacaran
células cancerígenas inmediatamente. Sin embargo, el sistema inmune
permite a las células cancerígenas a que se enlisten, incrementen y
hasta extiendan el cáncer a otras partes del cuerpo. Células
cancerígenas producen proteínas específicas que le dicen al sistema
inmune que las deje tranquilas y que les ayuden a crecer.
¿Por
qué es que el sistema inmune quisiera colaborar con las células
cancerígenas en hacer que tumores crezcan? Porque el cáncer es un
mecanismo de sobrevivencia, no una enfermedad. El cuerpo usa
al cáncer para mantener sustancias carcinógenas mortales y material de
desecho metabólico caustico lejos de linfa y de la sangre y, así, del
corazón, cerebro, y otros órganos vitales. La destrucción de células
cancerígenas en sí pondría al cuerpo en peligro de su sobrevivencia.
Limpiando, desintoxicando el cuerpo de toxinas acumuladas por medio de
la variedad de métodos de desintoxicación n remueve la necesidad de la
presencia del cáncer.
El
cáncer no es una enfermedad; es el mecanismo final y más desesperado de
sobrevivencia que el cuerpo y tiene a su disponibilidad. Solo toma
control del cuerpo cuando todas las otras medidas de protección o
auto-preservación n han fallado. Para verdaderamente curar el cáncer y
lo que representa en la vida de una persona tenemos que llegar al
entendimiento que la razón que el cuerpo permite que algunas de sus
células crezcan en una forma anormal es en su mayor y más alto interés y
no una indicación que está por destruirse a sí mismo. El cáncer es un
esfuerzo de curación por el cuerpo, para el cuerpo. Obstruyendo este
esfuerzo de curación puede destruir al cuerpo. Apoyando al cuerpo en sus
esfuerzos de curación puede salvarlos.
A Su Salud y Bien-estar
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