Varios/Otros
El ADN y las Aguas Cristalinas de Vuestro Ser. Parte I
La humanidad ha alcanzado ese punto en su
conciencia evolutiva de las fórmulas genéticas de la vida en el que la
raza es capaz ya de alterar las matemáticas supremas del Creador para
reconstruir los patrones primordiales de la sustancia biológica. Estáis
volviendo a aprender (o más precisamente, estáis recordando) el
conocimiento de los últimos atlantes, transmitido a incontables
sociedades y con el que podéis diseñar y reestructurar seres de todas
las proporciones -desde la pequeñez de las unidades moleculares hasta la
complejidad biológica de vuestra propia especie o la de semillas
extraterrestres pasando por nuevas formas híbridas y nuevas mutaciones.
La civilización maya, la egipcia y muchas otras civilizaciones que se
salen del periodo considerado por vuestra historia escrita, e incluso de
la no escrita, han tenido acceso a esta información, igual que vosotros
lo estáis teniendo ahora. En esencia, estáis experimentando y trayendo
al frente del conocimiento humano esa sabiduría divina con la que la
Creación formula y construye a partir de la cosmometría de su propio
diseño.
La mayoría de las civilizaciones finalmente alcanzan esta etapa en su
evolución, pues, como dioses por derecho propio, todos los miembros
inteligentes de estas sociedades que atraviesan los rincones más remotos
del universo material están obligados a redescubrir los secretos de su
existencia individual, así como el funcionamiento del conjunto mayor -el
Cosmos del Alma.
Desafortunadamente, la magnificencia de tal potencial en manos de la
raza humana está disminuyendo debido a la arrogante negación del
Espíritu por parte del hombre materialista y abortando a través de su
irreverente aplicación de la tecnología genética -algunos de cuyos
inventos se os hace creer que sirven para la supervivencia y el avance
de vuestra raza... y muchos de los cuales se están utilizando en secreto
por los diseñadores de tecnologías encubiertas, armas biológicas y
robótica humanoide que pronto veréis aparecer entre vosotros.
Allí donde hay un equilibrio, una reverencia ante la perfección del Plan
Divino evita que la fuerza destructiva lleve los descubrimientos más
importantes a su vibración oscura -donde la manipulación grotesca de los
códigos genéticos incrustados en el ADN perturba la armonía de lo
viviente y disminuye las vibraciones celestiales de la mente universal.
Donde no lo hay (como sucede en vuestro propio esquema evolutivo como
residentes principales de la Tierra), una incalculable perturbación de
los armónicos planetarios hace que suene la disonancia a través de todos
los niveles y todos los ámbitos resonantes.
Esto es lo que estáis contemplando ahora, a medida que vuestro viaje a
través de los Días del Desierto os lleva a los límites de la cordura, y
donde la descarada destrucción del espléndido Jardín del Edén imprime
vuestra huella en el alma inmortal de Gaia.
Podéis imaginar lo delicada que es la línea entre 'ser' dioses,
co-creadores del Universo, y 'jugar' a ser Dios con los principios de la
Creación. De hecho, esa sutil distinción es uno de los hilos
filosóficos más profundos sobre el que puede basarse a su debido tiempo
un gran debate y muchas consideraciones teosóficas, y con el cual podéis
tejer nuevos Vestidos empíricos' para vuestras sociedades
contemporáneas.
Nuestros ancianos y su equipo de técnicos genéticos aprendieron lo sutil
que es esa línea de distinción y las consecuencias de haberla cruzado, a
partir del karma que crearon para Sirio y otros mundos extraterrestres,
pues los resultados del Gran Experimento que se desarrolló en la Tierra
tejió nuestras vibraciones más bajas en los diseños kármicos y los
patrones anímicos de raza humana en tanto que semilla estelar.
Mientras que los de dimensiones superiores (la Alianza formada por
Ángeles Guerreros, la Red Andrómeda, los Maestros Ascendidos, los Seres
de Luz de la séptima, octava y novena dimensiones, los Ancianos de Sirio
y los Emisarios Pleyadianos de la Luz) armonizaban las frecuencias de
la luz con las aguas cristalinas de vuestra matriz ADN, los otros, como
los Engan, estaban dedicados fundamentalmente a los aspectos bioquímicos
de vuestra simiente -los drivers genéticos de su raza-, pues su
principal preocupación era la supervivencia de su especie.
No obstante, su huella genética sería modificada en el Nuevo Mundo, su
especie viviría en las generaciones de las simientes estelares.
Fue su necesidad de evitar la extinción, una perspectiva verdaderamente
tridimensional, lo que constituía su intención desde el comienzo y
ciertamente era un elemento necesario de la siembra. Desafortunadamente,
esa conciencia basada en el miedo (el aspecto polar de la positiva
conciencia de supervivencia que necesitabais para florecer en las selvas
de la Tierra) se imprimió también en vosotros desde el comienzo.
Cuando se colocó la rejilla alrededor de vosotros, desactivando diez
hebras de los códigos de luz del ADN, las debilidades fundamentales de
las cuatro razas maestras se convirtieron en aspectos mucho más
importantes de la experiencia humana. A partir de ese momento,
quedasteis enzarzados en una lucha entre las vibraciones inferiores y
las superiores de vuestra 'memoria' genética, y luego fuisteis
desactivados por las bajas frecuencias de los campos magnéticos de los
annunaki.
Atónitos, os visteis atrapados, inmediatamente después de vuestra
incubación, en sus poderosas redes -y en ellas habéis permanecido hasta
ahora, cuando (a pesar de sus desesperados intentos de volver a tejerla)
la red está desintegrándose en el brillo que irradia de la esencia
anímica ascendente de Ra.
El error de nuestros Antepasados de Sirio, igualmente importante, quedó
velado en los sutiles pliegues que forman la fábrica de la irresuelta
conciencia egoica, en la que uno olvida -aunque sea efímeramente- que
todo sentimiento de omnisciencia distorsiona la claridad de la intención
original y ata al que lo pretende a su manifestación transformada,
creando complejos lazos kármicos que con frecuencia resultan inflexibles
y es difícil liberarse de ellos.
En su celo por traer el brillo a la forma y enviar grandes oleadas de
luz y amor a través de vuestro universo tridimensional, nuestros
Antepasados subestimaron el impacto final que el más sincero intento
ejerce sobre la manifestación de acontecimientos en el no-tiempo y cómo
determina no sólo la cristalización de la materia en la realidad física,
sino su evolución en el cuerpo de la Divinidad.
Al haber heredado el legado de esas lecciones difíciles de asimilar,
hemos insistido constantemente en la necesidad de estar en el centro y
de tener la vista puesta siempre en la más elevada de las intenciones
-que el Todo sea servido en cada aspecto de vuestra existencia... y en
vuestra dedicación al servicio en tanto que guerreros de la luz,
sanadores y guías. Esto es muy importante, no sólo para vuestra
experiencia individual, o para la curación de Gaia, sino también para
los patrones anímicos de toda la raza... y hacia el exterior porque
reverbera eternamente y sin límites a través de las dimensiones y a
través del no-tiempo.
Ninguna ley universal os niega el derecho de crecer, alcanzando esa
experiencia divina consistente en alterar la materia. De hecho, eso
forma parte de vuestro ascenso espiritual, igual que sucede con vuestro
deseo de conocer al Perfecto Creador y comprender el significado de todo
lo que existe a vuestro alrededor. Sabed, no obstante, que la
realización de esa búsqueda nunca tendrá lugar con éxito en los tubos y
platos de Petri, los laboratorios ni los quirófanos, en los que se
invade la soberanía -sin tener en cuenta en absoluto la esencia anímica-
y en los que la esterilidad de la mente del experimentador equivale a
un resultado 'objetivo'.
Antes bien, tal como hemos compartido con vosotros a través de estas
obras, el proceso de alterar la materia (disfrazado en las enseñanzas
secretas de los antiguos como la 'transmutación del plomo en oro') es
esa exquisita transformación por la cual el pensamiento centrado en el
corazón alcanza resonancia con la vibración consciente de la materia y
así (a través de la intención concentrada en que el bien más elevado sea
servido) la sustancia, elevada a su estado exaltado de ser o se
transmuta en nuevas formas ¡o desaparece por completo!
La expresión final de vuestra naturaleza divina tiene lugar cada vez que
eleváis la vibración de vuestros propios pensamientos, los de la
colectividad y la de la materia de todas las densidades y todas las
estructuras. O cuando simplemente llegáis a la perfección que se
manifiesta en toda la belleza que os rodea: sintonizando con la
fragancia de la rosa; viajando con el trino del pájaro que canta;
atravesando el puente arcoíris.
En esos momentos de conciencia exquisita, no sólo estáis 'jugando a' ser
como dioses. Sois dioses, dioses del reino terrestre, dioses del
Universo, insuflando vuestras almas en la matriz, del mismo modo que
nosotros lo hemos hecho en las vuestras... igual que el Ser supremo
insufla trayendo al ser el Todo-Lo-Que-Es.
El desenfrenado fervor de vuestros científicos y técnicos genetistas por
diseccionar y luego reconstruir el genoma de todo ser vivo refleja la
dualidad que prevalece en vuestro mundo altamente polarizado. Por una
parte, vuestro reconocimiento de los fundamentos matemáticos de la
química y la biología, el lenguaje del Perfecto Creador, es la Sabiduría
secreta llegando a la luz en vosotros -Hombre Noble elevándose hasta
sus dones innatos y su inteligencia. Por otra parte, el deseo de
utilizar el conocimiento para forzar la realidad de manera que vuestra
raza interfiera con el proceso natural, manipulando la vida y
distorsionándola para cualquier propósito distinto del bien más elevado
del Todo, es un reflejo de la ignorancia de la humanidad... brillante y
oscura, como ónice negro pulido.
Por eso es tan absolutamente necesario que vosotros, los que estáis
despertando, seáis agudamente conscientes de la arquitectura de la vida,
el ADN y las mutaciones que están ocurriendo de manera natural y que
comienzan a manifestarse entre los seres vivos de todos los sistemas
planetarios en el abrazo de Ra (pues, desde luego, la vida prolifera en
otros planetas de vuestro sistema solar), igual que sois lo bastante
listos para investigar y tener en cuenta las implicaciones de la obra
que está teniendo lugar en los laboratorios del plan oscuro.
Afortunadamente, existe una comunidad científica paralela que está tan
dedicada a la comprensión de cómo el espíritu impregna y crea cada
aspecto de la realidad y está uniendo el espíritu y la ciencia de un
modo que tanto los pensadores intuitivos como los que se basan en la
lógica pueden aceptar la sabiduría que emerge de sus descubrimientos. A
medida que estos científicos libres -los físicos cuánticos- presentan
los nuevos paradigmas de vuestra realidad 3D y del universo
multidimensional, un número cada vez mayor de vosotros sois capaces de
reconocer conceptualmente la verdadera naturaleza de toda la realidad.
Estáis comenzando a daros cuenta de con qué esplendor y qué compleja
cosmometría la inteligencia de la Creación -manifestando la intención de
vuestra alma y el continuum genético de vuestras familias, especies y
raza (y ancestros semillas estelares)- crea meticulosamente vuestras
formas físicas. Está codificada en la fibra misma de vuestros seres: el
ADN humano.
Desde la esencia etérica hasta los aspectos más densos de vuestros
cuerpos terrestres (si pueden definirse verdaderamente como densos),
todo está programado con la más asombrosa precisión, con un ritmo
numérico magníficamente orquestado y una proporción cosmométrica.
Hay, también, científicos genetistas controlados que están financiados y
dirigidos por el Poder para servir, sin saberlo, al plan de los
annunaki para el dominio absoluto sobre la raza humana. Algunos,
habiéndoseles asignado la amedrentadora tarea de catalogar y preservar
el ADN de toda forma terrestre viviente, creen que están trabajando para
el bien de la humanidad y la protección de otras especies, ignorando
que la entregada obra de su vida sólo recibe subsidios y financiación
gubernamental para asegurar que la semilla de toda biología terrestre
sea transportada a otro planeta anfitrión y a la estación de la luna -la
zona propiedad de la Élite del Poder.
Otros, con una creencia aún más oscura, son voluntarios coleccionistas
de especímenes para los annunaki y sus colaboradores extraterrestres,
que siempre están intentando gestar una fuerza esclava perfeccionada
para otros mundos, en otros marcos espacio-temporales. Algunos de estos
científicos gubernamentales sirven como asistentes de laboratorio a los
Zeta Reticulanos, en esa fase de su invasión de la soberanía humana que
implica la colección de esperma y de óvulos humanos de 'abducidos'
forzados y aterrorizados -un programa que se propone salvar a su propia
raza involutiva de la extinción.
Otros incluso, centrados en las incalculables recompensas económicas,
trabajan 'capitalizando' los increíbles almacenes de sabiduría contenida
en los diseños de la Creación intentando crear y perfeccionar
ordenadores de ADN biomoleculares que son tan minúsculos que pueden
caber, de una sola vez, un trillón de ellos en un tubo de ensayo de
laboratorio.
La capacidad de rendimiento potencial de un ordenador de ADN
microscópico (pasada ya la etapa preliminar de su desarrollo
biotecnológico) es la realización de alrededor de sesenta mil millones
de operaciones controladas por segundo. Esto, la robotización, accionada
a través de una orden de vuestra inteligencia innata desde el nivel
molecular de vuestra experiencia humana, es la vanguardia de su
tecnología encubierta.
Un centímetro cúbico de vuestro sofisticado ADN, en su expresión
limitada -la doble hélice- puede almacenar más datos que todo lo que
puede registrarse y almacenarse en unos novecientos mil millones de
discos compactos de vuestra actual tecnología de manejo de datos. Como
podéis imaginar, esto constituye una información altamente estimulante
para los diseñadores de tecnología que están intentando informatizar a
los seres humanos.
Cada célula viva, contenedora de las moléculas que manejan los datos del
ADN, se está estudiando por sus asombrosas capacidades para administrar
y codificar increíbles cantidades de información. La molécula de doble
hélice, fundamento de vuestro ADN tal como existe, registra datos
basándose en cuatro plataformas químicas fundamentales -identificadas
comúnmente por vuestros científicos con las letras A, T, C y G. Esto
ofrece una capacidad monumental de memoria y una fórmula que puede
desarrollarse en un lenguaje' biotecnológico de lo más sofisticado -algo
parecido a esto es lo que los técnicos informatizadores de genes han
comenzado, muy recientemente, a utilizar.
Su visión de células vivas sirviendo como complejos ordenadores
biotecnológicos que pueden programarse y se puede ordenar que funcionen
como redes de distribución de información, constituye la etapa inicial
de un enfoque del hemisferio izquierdo al que nosotros estamos
intentando ayudaros a que tengáis acceso desde una experiencia del
hemisferio derecho... la capacidad de la conciencia humana y de la mente
concentrada para influir en cualquier unidad molecular del cuerpo,
alterando la estructura del cuerpo, la mente y el espíritu.
¿Podéis imaginar lo que serían capaces de informatizar doce hebras de
ADN interactivas (cuatro tetraedros de luz funcionando conjuntamente de
manera perfecta)? ¿Imagináis lo que la 'basura' de la que os dijeron que
no tenía función ni propósito será capaz de deciros, de crear, de
recordar?
Imaginad vuestra inmensa capacidad, Homo sapiens.
E imaginad, simplemente imaginad, con qué majestad y luz nacisteis al ámbito terrestre.
Es nuestra intención desarrollar en profundidad los patrones de vuestra
conciencia celular evolutiva y del ADN codificado en la luz que está en
funcionamiento o yace durmiente, esperando reconexión, para que podáis
comprender de manera sucinta lo que ocurrirá a medida que volváis a unir
estos filamentos de luz: primero creando triangulación, después la
estrellatetraedro, la Supraluminiscencia y finalmente el Vórtice de Luz
cosmométricamente perfecto en cada célula de vuestros despiertos cuerpos
de luz.
Extracto del Capítulo 15.
Las Revelaciones Sirianas
No dejéis de leer sus dos primeros libros: El Cosmos del Alma: una
llamada al despertar de la Humanidad (Arkano Books) y Vuelve la
Atlántida: las luchas de la oscuridad y la luz (Editorial Sirio). Para
más información sobre sus conferencias, talleres y programas de
facilitadores del ADN, podéis escribir a Patricia a la siguiente
dirección: patcori@tiscalinet.it www.sirianrevelations.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario