LUZBY BERNAL

lunes, 30 de agosto de 2010

Dios usa su palabra,las personas y la circunstancias para moldernos.

image
Estas tres condiciones son indispensables para el desarrollo del
carácter. La Palabra de Dios proporciona la verdad que necesitamos
para crecer; el pueblo de Dios proporciona el apoyo que necesitamos
para crecer; y las circunstancias proporcionan el ambiente para
practicar la semejanza de Cristo. Si estudias y aplicas la Palabra
de Dios, si te vinculas regularmente con otros creyentes y aprendes
a confiar en Dios en las circunstancias difíciles, te garantizo que
llegarás a ser más como Jesús.
Muchas personas dan por sentado que todo lo que se necesita para el
crecimiento espiritual es estudio bíblico y oración. Pero ambas
cosas por sí solas nunca cambiarán algunas cuestiones de la vida.
Dios usa a las personas. Él casi siempre prefiere trabajar por
medio de las personas en vez de realizar milagros, para que
aprendamos unos de otros para la comunión. Él quiere que crezcamos
juntos.
En muchas religiones, las personas consideradas espiritualmente más
maduras y santas son las que se aislan de otros en monasterios
situados en lo alto de una montaña, sin peligro de contagio por el
contacto con otros. Pero esta es una grave equivocación. ¡La
búsqueda de la madurez espiritual no es una ocupación solitaria e
individual! No puedes llegar a ser como Cristo en el aislamiento.
Debes estar cerca de otras personas e interactuar con ellas.
Necesitas ser miembro de una iglesia y de una comunidad. ¿Por qué?
Porque la verdadera madurez espiritual consiste en aprender a amar
como Jesús amó, y no puedes practicar esa disciplina si no estás en
relación y contacto con otras personas. Recuerda, todo es cuestión
de amor: amar a Dios y a los demás.
Llegar a ser como Cristo es un proceso largo y de lento
crecimiento. La madurez espiritual no es instantánea ni automática;
es un desarrollo gradual y progresivo que llevará el resto de tu
vida. Refiriéndose a este proceso, Pablo dijo: "Esto continuará
hasta que seamos… maduros, así como Cristo es, y seamos
completamente como Él" Efesios 4:13.
Eres una obra en progreso. Tu transformación espiritual en cuanto
al desarrollo del carácter de Jesús seguirá por el resto de tu vida,
y aun así, no se completará aquí en la tierra. La obra se terminará
cuando llegues al cielo o cuando Jesús vuelva. En ese momento,
cualquier trabajo en tu carácter que todavía quede por terminar se
dará por finalizado. La Biblia dice que cuando al fin podamos ver a
Jesús perfectamente, llegaremos a ser exactamente como Él: "Ni
siquiera nos podemos imaginar cómo seremos cuando Cristo vuelva.
Pero sabemos que cuando Él venga, seremos como Él, porque lo veremos
com Él realmente es" 1 Juan 3:2.
Hay mucha confusión en la vida cristiana por ignorar la simple
verdad de que Dios está más interesado en construir tu carácter que
en cualquier otra cosa. Nos preocupamos cuando Dios parece estar en
silencio con respecto a determinados temas como por ejemplo: "¿Qué
carrera profesional debo elegir?" La verdad es que hay muchas en
las que podrías cumplir la voluntad de Dios para tu vida. Elijas lo
que elijas, a Dios lo que le importa es que lo hagas como si lo
hicieras para Cristo.
Dios está mucho más interesado en lo que eres que en lo que haces.
Somos "seres humanos", no "quehaceres humanos". Dios está mucho más
preocupado por tu carácter que en tu carrera profesional, porque tu
carácter te acompañará toda la eternidad, no así tu carrera
profesional.
La Biblia advierte: "No se acomoden tan bien a su cultura que se
conformen a ella sin siquiera notarlo. En cambio, pongan su
atención en Dios. Serán cambiados de adentro hacia fuera… A
diferencia de la cultura que los rodea, que siempre los arrastra
hacia un nivel inferior de inmadurez, Dios hace que surja lo mejor
de ustedes, y desarrolla una madurez bien compuesta en ustedes"
Romanos 12:2. Para concentrarnos en llegar a ser más como Jesús,
deberemos tomar decisiones opuestas a la cultura imperante. De lo
contrario, influencias como la de nuestros compañeros, padres,
colaboradores, y la cultura misma, intentarán amoldarnos a su imagen.
Lamentablemente, una ojeada rápida a varios libros cristianos
populares revelan que muchos creyentes han dejado de vivir para los
grandes propósitos de Dios y se han amoldado para vivir su
realización personal y su estabilidad emocional. Eso es
egocentrismo, no discipulado. Jesús no murió en la cruz únicamente
para que pudiéramos vivir cómodos y bien adaptados. Su propósito va
mucho más a fondo: Él quiere hacernos como Él mismo antes de
llevarnos al cielo. Este es nuestro privilegio principal, nuestra
responsabilidad inmediata y nuestro destino final.

No hay comentarios: