LUZBY BERNAL

martes, 31 de agosto de 2010

LA MUERTE DE HAILE SELASSIE


De acuerdo con los términos del tratado de paz de los aliados con Italia, firmado en 1947, se tenía que llegar a un acuerdo antes de un año sobre los planes para las antiguas colonias italianas de Eritrea, Somalia y Libia. Ante la ausencia de tal acuerdo, sin embargo, se dejó la decisión en manos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La Asamblea General de Naciones Unidas votó la federación de Eritrea con Etiopía, que debería completarse para septiembre de 1952. Sin embargo, una vez que se completó la federación, Hailé Selassié acabó con la autonomía de Eritrea. Hacia 1962 se había reducido a una provincia de Etiopía, dando lugar al establecimiento de un movimiento nacional de resistencia, el Frente de Liberación de Eritrea, y al comienzo de una lucha militar que culminaría treinta años después con la expulsión del gobierno etíope y la independencia de Eritrea.En 1955 Hailé Selassié promulgó una Constitución revisada; se trataba de un leve intento para modernizar el país. Aunque daba ciertos poderes limitados al Parlamento, los sectores progresistas del país lo consideraban insuficiente. Tras un intento fallido por parte de miembros de la guardia imperial de expulsar a Hailé Selassié del trono en diciembre de 1960, el emperador aumentó los esfuerzos gubernamentales para el desarrollo económico y las reformas sociales.A lo largo de la década de 1960, Hailé Selassié se preocupó cada vez más de los asuntos exteriores. En 1963 desempeñó un destacado papel en la formación de la Organización de la Unidad Africana, cuya secretaría se situó en Addis Abeba. El año siguiente, una antigua disputa de fronteras entre Etiopía y la República de Somalia pasó a ser un conflicto armado. Se pactó una tregua, estableciendo una zona desmilitarizada a lo largo de la frontera, pero las hostilidades se repetían esporádicamente. También aparecieron problemas en 1965 con Sudán, a la cual Etiopía acusó de ayudar a los independentistas de Eritrea. El conflicto se intensificó cuando 7.000 eritreos escaparon a Sudán en 1967 a causa de las represalias militares etíopes contra los secesionistas. En diciembre de 1970 el gobierno declaró el estado de sitio en algunas partes de Eritrea, pero no logró poner fin a la guerra de guerrillas.A principios de la década de 1970 Hailé Selassié siguió desempeñando un papel importante en asuntos internacionales, ayudando a mediar en disputas entre Senegal y Guinea, Tanzania y Uganda, y las zonas norte y sur de Sudán. A pesar de todo, ignoró en gran manera urgentes problemas internos: la gran desigualdad en la distribución de la riqueza, el subdesarrollo rural, la corrupción en el gobierno, la inflación galopante, el desempleo, y las severas sequías y hambrunas en el norte entre 1972 y 1975
Cuando reportaron muerto a Haile Selassie, los Rastas no lo podian creer. Ellos pensaban que era un truco del los medios para tratar de que perdieran su fe. Los Rastafaris creian que Haile Selassie se habia convertido en la carne perfecta, y que se sentaba en el punto mas alto de Mount Zion donde el y la Emperatriz Menen esperaban la hora del juicio.
El leon de juda representa Haile Selassie, el conquistador. representa al rey de reyes como el leon es el rey de todas las bestias. Selassie usaba un anillo del Leon de Judah el cual fue entregado a Bob Marley cuando murio Selassie
su gobierno continuó hasta 1974, cuando , el desempleo y el estancamiento político de su gobierno incitó a segmentos del ejército para rebelarse. Depusieron a Haile Selassie que pasó el resto de su vida como prisionero en su propio palacio. Según el informe oficial de su muerte, murió por causas naturales, aunque algunos observabores políticos levantaron la sospecha de un posible asesinato
No muchos sucesos existen acerca de la muerte de su majestad imperial, las versiones comunes mas existentes y archivadas para nuestra cultura rastafari son mas que conocidas pero el dato mas detallado de su muerte, dicen fueron problemas de salud en la prostata aunque algunas fuentes no descartan su asesinato. Los restos de su majestad imperial descansan en la cripta de la catedral de la santisima trinidad. Muere el 27 de agosto de 1975 a los 81 años.
EL TERCER ENTIERRO DE HAILE SELASSIE
Un pequeño féretro con los restos del emperador de Etiopía, Haile Selassie, muerto hace 25 años, recorrió , por última vez, las calles de Addis-Abeba. Apenas unos miles de personas se alinearon en ellas para despedir al hombre que les gobernó con mano de hierro durante 45 años. No hubo grandes movimientos de masas ni despedidas emocionadas; sólo el respetuoso silencio de la mayoría.La procesión funeral recorrió los 10 kilómetros que separan la iglesia de Ba’ata Mariam Geda, donde se hallaba el cuerpo de Selassie desde 1992, y la Catedral de la Trinidad, en la céntrica plaza de Meskal. El patriarca de la Iglesia ortodoxa etíope, Abune Paulos, presidió una misa en medio de cánticos que se podían escuchar desde los alrededores del templo. En su homilía, Paulos ponderó las virtudes de hombre, al que calificó de importante para su país y para África.
Cerca del pequeño ataúd, recubierto con los colores rojo, amarillo y verde, los de la bandera nacional, un grupo de viejos guerreros coronados con melenas de león formó una guardia de honor. Cerca del féretro de quien fuera rey de reyes se alineaban los símbolos del poder; en un extremo, una imagen de san Jorge, el patrón de Etiopía; en el otro, una reproducción del León de Judá, apelativo del ex emperador.
El espectáculo funerario parecía arrancado de otra época, o del excelente libro El Emperador, del escritor polaco Ryssard Kapuscinsky, quien narra con detalle las interioridades de aquella corte medieval y el trabajo de alguno de sus servidores: el encargado de cambiar el cojín debajo de los pies del emperador, el maestro de ceremonias, quien le advertía, con un leve movimiento, del final de la audiencia de nombramientos y destituciones…
Selassie, coronado emperador en 1930, estaba considerado un dios por la comunidad rastafari. La oposición de los rastas al nuevo entierro, al considerarlo sacrílego, no impidió que muchos de ellos acudieran a las exequias como observadores. Ras Lumumba, un rastafari de Sudán que vive desde hace tres años en Etiopía, dijo que Selassie era su mesías: “Él no ha muerto y nunca morirá; su cuerpo no le pertenece, es algo que sabe todo el mundo”.
“Fue uno de los líderes mundiales más brillantes”, proclamó Emanuel Feyesa, un hombre de 87 años vestido con el uniforme de gala de los tiempos del emperador. “El amó a su pueblo”, dijo lacónicamente Rita Marley, la viuda del cantante Bob Marley, uno de los símbolos del movimiento rasta.
El emperador falleció a los 81 años en 1975, meses después de un cruento golpe de Estado conducido por militares marxistas encabezados por Mengistu Haile Mariam. Selassie, quien quedó prisionero de los golpistas, fue asesinado por lo soldados y enterrado en secreto en una tumba sin inscripciones situada cerca de las letrinas del palacio imperial.
Tras la caída del régimen, el cuerpo fue descubierto y trasladado en 1992 al mausoleo en el que reposaba hasta ayer junto a algunos miembros de la realeza. La familia del emperador, la mayoría en el exilio, negoció durante años con la Iglesia ortodoxa etíope un cambio de ubicación para cumplir así con uno de los deseos de Selassie: reposar junto a su esposa, la emperatriz Menen, en la bella Catedral de la Trinidad de Abeba. El actual Gobierno aceptó a regañadientes el cambio, pero rechazó la posibilidad de dispensarle un funeral de Estado.
El diminuto Selassie fue un personaje complejo; por un lado, resultó uno de los impulsores del africanismo con la creación de la OUA; por otro, ejerció con brutalidad una monarquía feudal. Según la leyenda, él era el monarca número 225 de una dinastía con 2.000 años de antigüedad, que entroncaba con el rey Salomón y la reina de Saba.
Han pasado más de 25 años de su muerte. Su país sigue postrado en la más absoluta pobreza. La guerra fronteriza, larvada o abierta, con Eritrea y las hambrunas cíclicas han arruinado cualquier mejoría. El Gobierno actual niega toda responsabilidad en el desastre; esta misma semana acusó al difunto Selassie de todos los males, culpándole de la represión de campesinos y del hambre.
Han pasado 25 años y su recuerdo sigue siendo motivo de gran polémica. Los más ancianos le recuerdan desde la veneración y para los más jóvenes es una figura olvidada.
VIDA ETERNA AL
 RAS TAFARI
http://blogs.clarin.com/kulturazion/category/08-haile-selassie/

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