LUZBY BERNAL

lunes, 16 de agosto de 2010

El ayni y algunos simbolos sagrados.-


Grandes civilizaciones florecieron en América antes de la llegada de Europa a estas tierras nuevas para ellos. Mucha historia había ya transcurrido hasta 1492, año del arribo de los navíos españoles.

Los espacios legendarios no pierden inmensidad con el tiempo sino que al contrario, realzan su grandeza con muestras de la cultura americana: Tiahuanaco, Palenque, Uxmal, San Agustín, Machu Picchu o Tenochtitlán y Cuzco que se perfilaron ante los ojos de los recién llegados (1515-1538) como las dos ciudades más originales del mundo, por sus grandes templos, sus pirámides, sus cumbres, su geométrica arquitectura y mucho mas. Desde la región central de Colombia, pasando por Ecuador, Bolivia, Perú y parte de Chile y argentina, se extendió un gran territorio llamado, el Tahuantinsuyo; rodeados por las cumbres de los andes se desarrolla este pueblo como una sola comunidad, unida por la necesidad de la vibración del ser en armonía consigo, los de mas y la naturaleza.

Una serie de símbolos sagrados pueden describirnos algo de su cosmogonía.

El símbolo de “las manos cruzadas”, el antebrazo y la mano izquierda vueltas hacia arriba, dan y la reciben. La derecha hacia abajo, está ofreciendo y dando, la izquierda hacia arriba es la que recibe y recoge. El antebrazo derecho sostiene al izquierdo porque tiene más fuerza. Así, además, se posibilita una ley de reciprocidad, de dar y recibir, es decir de equilibrio.

Esta ley andina es conocida como el Ayni. El Ayni o reciprocidad, tiene su génesis posiblemente hace más de 4.800 años, pero no es semejante al trueque, o al intercambio comercial, tampoco a la caridad religiosa o al “ojo por ojo”. Este símbolo que es muy frecuente es las esculturas precolombinas, también se ha descubierto en rasgos de la simbología occidental y del medio oriente.

Otro de los símbolos interesantes dentro de la iconografía andina es el de la “Cruz cuadrada” o Chacana, pues demuestra uno de los mayores logros del pensamiento analítico y creativo de la cultura andina, al resolver un problema geométrico clásico, que a simple vista parece ser sencillo, pero que involucra una capacidad de abstracción impresionante. Se trata de encontrar la cuadratura del círculo y la rectificación de la circunferencia.

Datan sus primeros hallazgos de aproximadamente 5000 años. Tiene una interpretación astronómica, en relación con la ubicación de nuestra América en el espacio celeste, que a su vez es un reflejo también en la constelación de la cruz del sur. Por otro lado la Chakana en sus cuatro puntos principales lleva el espíritu de los cuatro elementos fundamentales (agua, fuego, tierra y aire). También tiene su expresión en la energía masculina y femenina. En la creadora y en la creada, ya que para la cosmogonía andina es muy importante tener en cuenta siempre la bipolaridad. Sin embargo su significado etimológico es claro en referirse a un “puente cósmico”, para mantener la mirada hacia el infinito y lo luminoso. Cuando hablamos de bipolaridad, estamos refiriéndonos a la importancia fundamental que para las comunidades aborígenes constituyen las energías masculina y femenina, o clara y oscura, que para ellos no son opuestas sino complementarias, es decir, la luz no tendría sentido sin la oscuridad y viceversa.

El sol y la luna, ocupan un lugar de máxima veneración. Son quienes permiten la luz, la siembra, el calor, son una pareja complementaria a la cual se le rinde tributo a través de muchas ceremonias y rituales. Durante el tiempo de la colonia, al sol se le concedió un lugar de más importancia simbólica que a la luna. La energía masculina del sol fue trasladada a los altares de los sacerdotes católicos, mientras que la Luna, representante de la energía femenina fue separada de su ancestral lugar sagrado junto al sol.

fuente: internet pag. América Prehispánica

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