La Sabiduria de la Madre Teresa de Calcuta.-

Si su trabajo no esta hecho con amor, es inútil. Trabajar sin amor es esclavitud. Es fácil amar, a las personas, que estan lejos. No es fácil amar a las que estan cerca de nosotros. Es más fácil dar un platode comida a un hambriento que mitigar la soledad y el sufrimiento de quien necesita amor en nuestra propia casa. Es muy difícil orar si no sabemos cómo hacerlo. Debemos ayudarnos a nosotros mismos a aprender. Lo más importante es el silencio. Debemos acostumbrarnos con él silencio del alma, de los ojos y de la lengua.Todo comienza con la oración que nace del silencio del corazón. Silencio del corazón, no solamente de la boca -ambos son necesarios. Así podremos escuchar a Dios en todas partes, al cerrar una puerta, en la persona que nos necesita, en los pájaro, en las flores, en los animales, ese silencio que es maravilla y loor. Si le prestamos atención al silencio, será fácil orar. Hay mucha conversación, mucha repetición, tanto en lo que se dice como en lo que se escribe. Ya sea solo o acompañado, busque a Dios en el silencio. Es allí donde acumulamos el poder interior, que distribuímos mediante la acción y lo utilizamos tanto en las pequeñas tareas cuanto en nuestrasn horas de mayor sufrimiento. Es muy difícil conseguir quedarse en silencio interior, pero necesitamos hacer un esfuerzo. En el silencio econtraremos nueva energía y verdadera unidad para hacer todas las cosas bien.. Si desea sinceramente aprender a orar, permanezca en silencio. Si un niño conserva su pureza y aún no ha aprendido a mentir, él dirá todo. Esto es lo que quiero decir cuando me refiero a ser como un niño. Usted puede orar a cualquier hora, en cualquier lugar, no es necesario estar en una iglesia. Ame la plegaria. Para ser mejor se necesita orar más. Cuanto más fácil se ora, más fácil se vuelve orar. ORACION. 'Señor, concédeme la Gracia real y verdadera todos los días , puesto lo que he hecho hasta ahora no es nada'. Ofréscase totalmente a Dios . él lo utilizará´para realizar grandes cosas, con la condición de que crea mucho más en el amor de El que en sus propias debilidades. Nuestras palabras son inútiles, a no ser que provengan del fondo del corazón. La plegaria es una alegría. Oremos por los demás, porque esa es la mejor forma de amarnos los unos a los otros .Esperamos impacientemente por el Paraíso de Dios, pero tenemos en nuestras manos la posibilidad de estar en el Paraíso aquí y ahora. Estar felíz, significa amar como Dios ama, ayudar como él ayuda, dar como él dá, servir como él sirve.

Publicado por Nhora Isabel Montaño Salazar el abril 27, 2010
Cusi Huasi