El poder de la energía
Un indio mapuche ha revolucionado la dinámica de los hospitales públicos en Chile al ofrecer rituales de sanación como una opción de medicina alternativa que cada día buscan más personas.
Alma y cuerpo
La señora Elizabeth se está sometiendo a una terapia de sanación muy especial. "Hace una semana perdí a mi hijo, tenía seis años", dijo al hablar del intenso dolor emocional que sufre.
Este indio de la etnia mapuche intenta aliviar su pena a través cantos, rituales, oraciones y yerbas medicinales.
"Esta medicina le va ir ayudando mucho para purificar la sangre, para controlar su sistema nervioso", dijo el mapuche antes de iniciar.
Él es un machi, una especie de sacerdote supremo, que ha heredado de su abuela los conocimientos de esta medicina ancestral y a quien un importante hospital público le ha abierto las puertas como una nueva opción.
"Cuando entra un paciente nuestro a atenderse con el machi él no deja de recibir los tratamientos que recibe en forma tradicional".
Al igual que cualquier médico tiene su consultorio, pero la diferencia es que inicia su consulta con una ceremonia sagrada en los jardines del hospital.
"Se pide permiso a 'mucha chau' a 'chau dios' y también a la fuerza de la naturaleza y la fuerza de la tierra", explicó este curandero.
En el ritual lo acompañan personas aborígenes y algunos funcionarios del hospital. Desde que comenzó este programa de salud ha tenido mucho éxito y los pacientes lo reciben de forma gratuita para todo tipo de dolencias.
De a poco esta medicina indígena se está ganando la confianza de los médicos, y al menos en este hospital ya es reconocida como una alternativa seria de sanación.
La idea de este hospital es abrirse a otras culturas y humanizar la atención a las personas que llegan con distintas dolencias. "Han llegado personas muy deterioradas por depresión severa, también por algunos cánceres y personas con VIH", comentó un empleado del hospital.
Este curandero no ofrece milagros, pero esta dispuesto a poner todos sus conocimientos, por más raros que parezcan, en beneficio de los que buscan su ayuda. Lo único que espera es que el paciente ponga toda su fe.
VIA: Univisión
Publicado por dilia mastronardi el agosto 4, 2010
CUSI HUASI
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