LUZBY BERNAL

lunes, 15 de agosto de 2011

Senadora que defendió al 'Bolillo'

Trayectoria de Liliana Rendón, la senadora que defendió al 'Bolillo'

Rendón
En 10 años de carrera, Rendón pasó de obtener 8.000 votos a 114.000, lo
que le permitió llegar al Senado.
Foto: Archivo particular

La antioqueña hoy está en el ojo del huracán por decir que las mujeres se buscan sus golpes.

-¡Cómo me iba a quedar en Bogotá, con todo lo que me estaban diciendo! -suelta entre carcajadas la senadora Liliana Rendón. Es jueves en la tarde y ella contesta su celular desde alguna de las carreteras de Antioquia. Bromea. La verdad es que, al cierre de todas las semanas, después de asistir a las tareas del Congreso en Bogotá, la senadora suele realizar una correría por municipios antioqueños que le dieron su voto. Aunque también habrá querido un descanso después del vendaval que despertaron sus palabras en defensa del técnico Hernán Darío Gómez.
"Nosotras para provocar estamos solas. Somos muy necias y, cuando decimos a fregar, no nos para nadie y provocamos reacciones como la desafortunada que tuvo 'el Bolillo' -dijo Rendón en entrevista con Yamid Amat, el martes pasado-. Si mi marido me casca, sería porque yo me lo gané. Tendría que haberlo jodido mucho".
Es posible que a la mañana siguiente de esas declaraciones, cuando Rendón llegó al Congreso con su sonrisa amplia y vestida con esa 'moda exótica con la que se podría hacer un programa', como comentan algunos, no tuviera entre sus presupuestos la andanada de críticas que se le iba a venir encima. Sus compañeras de bancada y expertos en temas de género describían sus opiniones como una justificación a la violencia y al machismo; seguidores en su página de Facebook se preguntaban: "¿por quién fue que votamos?", y columnistas la definían como "una senadora femenina con poca alma de mujer". Rendón tomó vuelo hacia su tierra.
Hasta antes de este episodio, su nombre estaba en la memoria del país no tanto por sus iniciativas en el Senado ni por sus reflexiones políticas, sino por el momento vivido en agosto del 2009, cuando El Espectador reveló una foto con el contenido del BlackBerry del entonces ministro de Agricultura, Andrés Felipe Arias. El diálogo por chat era entre él, Bernardo Moreno y la ex viceministra del Interior, María Isabel Nieto. El tema: los votos para una posible reelección presidencial.
-B. M.: Sácale el voto.
-A: Me va tocar caer a estrategias bajas por Uribe.
-M.I.N.: ... ¿poniendo los cachos con la mona?
-A.: Me va a tocar. Hp, ¡no la convence nadie!
'La Mona' era Liliana Rendón, en ese momento representante a la Cámara por el partido Alas Equipo Colombia, y a quien al final no pudieron sacarle el voto. A pesar de su amistad cercana con Arias -lo apoyó después en su candidatura a la Presidencia-, Rendón se mantuvo firme en su posición de que dos periodos eran suficientes. "La viabilidad de un país no puede depender de que Uribe esté o no", afirmaba. No obstante, este episodio sirvió para poner a hablar de esta congresista, que hasta entonces tenía reconocimiento político solo en Antioquia.
Liliana Rendón Roldán nació hace 42 años en Santa Rita de Ituango, corregimiento del norte de Antioquia. "Hija de Jorge Rendón y Pastora Roldán", dice con orgullo, porque entiende que su vocación de servicio público la heredó de ellos. Rendón es psicóloga de la Universidad San Buenaventura de Medellín y ejerció esta carrera en la cárcel de El Buen Pastor de esa ciudad. Pasión y delincuencia femenina fue el título que le puso a su tesis universitaria. "Las principales machistas en este país somos nosotras, las mujeres", decía, al presentar las conclusiones de su experiencia en ese centro de reclusión. Rendón tuvo otros trabajos antes de optar por la política. Estuvo vinculada a la Fábrica de Licores y Alcoholes de Antioquia y fue asesora de Formas Íntimas, empresa dedicada a la confección de ropa interior.
Vena política Entró a la política por recomendación de un amigo que le vio vena y le dijo que debía lanzarse al Concejo de Medellín. Se trataba de Jesús María Valle Jaramillo, el defensor de derechos humanos asesinado en 1998. Dos años después, Rendón se lanzó a hacer campaña para una curul como concejal, que obtuvo en el 2001 y repitió en el 2004, esta vez con la más alta votación. Durante esos años, conoció a quien se convertiría en su jefe político, Luis Alfredo Ramos, hoy gobernador de Antioquia cuestionado, por cierto, por haber favorecido desde su cargo la campaña de Rendón para el Senado. ("Ella maneja esa Gobernación a su antojo", opinan sus contradictores). Y es que la ambición electoral de esta antioqueña no se detuvo en el triunfo conseguido para el Concejo. Sin que terminara su segundo periodo en ese organismo, su objetivo fue la Cámara de Representantes.
Sus colegas de bancada le advertían:
-Para ser concejal necesitas 8.000 votos, Liliana. Para la Cámara tienes que lograr mínimo 20.000.
Le pedían prudencia. A Rendón. Pero ella, con el lema de ir de frente, se lanzó y consiguió 26.000 votos. Llegó a la Cámara y fue nombrada presidenta de la Comisión Séptima, un espacio en el que se sintió a gusto porque se dedica a los temas sociales que le interesan. Rendón había recorrido Antioquia anunciando sus consignas principales: no al aborto en ninguna circunstancia, no ("rotundo", agregaba siempre) a la adopción por parejas del mismo sexo, sí a cadena perpetua para violadores. "Busco la recuperación de los valores familiares", decía. Y agregaba, como teniendo que dejar en claro que su físico y pintas provocadoras no tenían que ver con su cabeza, que "aquí no se trata de elegir reinitas, sino de demostrar que tenemos iniciativas". Después de su paso por la Cámara, quiso probar el Senado, ya no como parte de Alas Equipo Colombia, sino como recién ingresada a las toldas del Partido Conservador. En este escenario ha defendido proyectos para los niños y la tercera edad, sin dejar de lado otro de sus temas consentidos: el deporte. Ya anunció que tramitaría un proyecto de ley para crear la liga profesional de fútbol femenino. Rendón jugaba de delantera (¿habría, acaso, elegido otro lugar?).
'Una persona social' Desde hace 20 años, está casada con Jairo Moreno, a quien después de la entrevista de la semana pasada conocemos como un hombre "que no hace milagros por pereza". Tan bueno, que si llegara a pegarle sería porque ella "se lo buscó". Funcionario de Leonisa y guitarrista aficionado, Moreno ha sabido estar a la sombra de la carrera de su esposa y que sea ella quien brille. "Es una persona demasiado social". Así describió Moreno a su esposa en una de sus pocas apariciones en los medios. Tienen dos hijas, María José y Salomé, que son como "dos Lilianitas mejoradas", en las palabras siempre desparpajadas de la senadora.
Rendón sabe que despierta amores y odios. En menos de 10 años, logró convertirse en la 'cacica electoral' de Antioquia, lo que se confirmó en la pasada campaña al Senado con la más alta votación: 114.000 votos. Esto le ha significado no pocas disputas con tradicionales jefes políticos de esa región, entre ellos Fabio Valencia Cossio y Luis Gómez Martínez. También ha empezado a estar en la mira de la guerrilla. En mayo pasado, después de que un grupo de delincuentes entrara al edificio donde vive, en Medellín, y saqueara su apartamento, el Ejército anunció que el Frente 18 de las Farc la había declarado objetivo militar. "No creo que sea por motivos políticos -explicó la senadora-. Tiene que ver con mi apoyo a la ofensiva militar en zonas del norte de Antioquia que antes eran terreno de la guerrilla".
Con todo, Rendón no deja de recorrer las tierras donde están sus votantes. No va a descuidar su caudal electoral, que ya no lo desconoce nadie en el departamento. Recibir apoyo suyo -como el que hoy tiene Luis Pérez para la Alcaldía de Medellín- puede representar parte del triunfo. "Unos estudian y se preparan para ser políticos. Yo nací política. Eso hace que esté en la política por siempre", ha sentenciado Liliana Rendón. En una ocasión se definió como "una vieja rabiscoleada", adjetivo que no aparece en el diccionario y que entre los antioqueños suele emplearse para definir a alguien temperamental y recio. Ha dado muestras de ser así, 'la Mona'. Y como ella misma lo advierte, no dejará de figurar en la política. Pueda ser, eso sí, que sea por motivos distintos a los dos episodios que la han llevado a la primera plana de las noticias.
MARÍA PAULINA ORTIZ
REPORTERA DE EL TIEMPO

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