LUZBY BERNAL

miércoles, 28 de julio de 2010

EL ANGEL DE LA MUERTE.-


ANGEL DE LA MUERTE

Si estas cerca de alguien, de tu amigo o pariente, a fin de ayudar a esa persona para que se enfrente con la muerte con mayor paz mental, sabiendo que ese es el paso siguiente en el viaje de la evolución. Pide a los Ángeles que te ayuden a comprender las necesidades de tu amigo en un plano de empatía. Sabrás si es conveniente o no compartir las palabras o la información que obtengas. En algunos casos, la comunicación que recibes de los Ángeles está destinada a elevar tu vibración personal, con el fin de que puedas convertirte en un instrumento más sensible del Poder Superior.


Pide a tu Ángel que te impregne de luz cuando estés con el moribundo, para que puedas ser una presencia reconfortante: serena, abierta y amante. No dejes de practicar las técnicas de cimentación y liberación antes de entrar en el cuarto. Recuerda que, si bien estás allí para celebrar la transición y siempre es un privilegio presenciarlo, también es natural sentir pena. Pide a tu Ángel que te ayude a expresar tus sentimientos de un modo que preste apoyo total a quien vaya a efectuar ese paso.


Mientras permanezcas allí, ábrete a una mayor conciencia de los Ángeles y los seres de luz que están presentes. Si crees que saber eso puede reconfortar a tu amigo, menciónalo. Sin embargo, ese puede ser el momento exacto para alentar a tu amigo par que comparta contigo lo que está experimentando.


Si eres tú mismo el que se enfrenta con la muerte, pregunta a tu Ángel si hay algo que debas terminar en esta vida antes de irte y cómo cumplirlo. Siente la presenta de tu Ángel en todo momento y relájate en la seguridad de su abrazo. Cada vez que te cimientes, siente que las fibras que brotan de tu cabeza se prolongan más y más hacia los cielos. Si surgen temores, haz el ejercicio de liberación.


Cada vez te será más fácil alinearte con tu Ángel, porque ahora estás más cerca de él que nunca desde el día en que naciste. Cuando te prepares para entrar en el reino no físico, puedes conversar constantemente con tu Ángel, él te llevará en gozo a la siguiente dimensión.

Cuando nos acercamos al fin de nuestra vida física, con frecuencia estamos más abiertos a los asuntos espirituales. Algunas personas tienen experiencias místicas que las dejan completa-mente serenas o con una luz interior que brilla en los ojos.

A veces, cuando por algún motivo el proceso natural de la muerte no es tan tranquilo como se esperaba, los Ángeles guardianes intervienen para ayudar. Ellos nos indicarán qué hacer si se llega a presentar una situación así, ya que nos e pueden dar indicaciones generales, por ser diferente cada situación que se viva.


El reino angélico nos abre a nuevos senderos hacia el corazón, nuevos entendimientos de la Voz Interior, mientras nos esforzamos en alcanzar el estado de unidad con el Todo. Nuestra conciencia de los Ángeles nos ablanda, haciéndonos más suaves, y revive nuestra esperanza y nuestra fe. Y como sabemos por los diarios milagros y las traviesas manifestaciones que se producen a nuestro alrededor, a los mismos Ángeles les encanta que los conozcamos y confiemos en ellos. Disfruten al servir, quizás porque su ayuda contribuye a establecer mejor la fe y la confianza en que somos realmente amados por nuestro Hacedor, que se complace en vernos florecer en la vida.

ANGEL DE LA MUERTE

Si estas cerca de alguien, de tu amigo o pariente, a fin de ayudar a esa persona para que se enfrente con la muerte con mayor paz mental, sabiendo que ese es el paso siguiente en el viaje de la evolución. Pide a los Ángeles que te ayuden a comprender las necesidades de tu amigo en un plano de empatía. Sabrás si es conveniente o no compartir las palabras o la información que obtengas. En algunos casos, la comunicación que recibes de los Ángeles está destinada a elevar tu vibración personal, con el fin de que puedas convertirte en un instrumento más sensible del Poder Superior.

Pide a tu Ángel que te impregne de luz cuando estés con el moribundo, para que puedas ser una presencia reconfortante: serena, abierta y amante. No dejes de practicar las técnicas de cimentación y liberación antes de entrar en el cuarto. Recuerda que, si bien estás allí para celebrar la transición y siempre es un privilegio presenciarlo, también es natural sentir pena. Pide a tu Ángel que te ayude a expresar tus sentimientos de un modo que preste apoyo total a quien vaya a efectuar ese paso.

Mientras permanezcas allí, ábrete a una mayor conciencia de los Ángeles y los seres de luz que están presentes. Si crees que saber eso puede reconfortar a tu amigo, menciónalo. Sin embargo, ese puede ser el momento exacto para alentar a tu amigo par que comparta contigo lo que está experimentando.

Si eres tú mismo el que se enfrenta con la muerte, pregunta a tu Ángel si hay algo que debas terminar en esta vida antes de irte y cómo cumplirlo. Siente la presenta de tu Ángel en todo momento y relájate en la seguridad de su abrazo. Cada vez que te cimientes, siente que las fibras que brotan de tu cabeza se prolongan más y más hacia los cielos. Si surgen temores, haz el ejercicio de liberación.

Cada vez te será más fácil alinearte con tu Ángel, porque ahora estás más cerca de él que nunca desde el día en que naciste. Cuando te prepares para entrar en el reino no físico, puedes conversar constantemente con tu Ángel, él te llevará en gozo a la siguiente dimensión.

Cuando nos acercamos al fin de nuestra vida física, con frecuencia estamos más abiertos a los asuntos espirituales. Algunas personas tienen experiencias místicas que las dejan completa-mente serenas o con una luz interior que brilla en los ojos.

A veces, cuando por algún motivo el proceso natural de la muerte no es tan tranquilo como se esperaba, los Ángeles guardianes intervienen para ayudar. Ellos nos indicarán qué hacer si se llega a presentar una situación así, ya que nos e pueden dar indicaciones generales, por ser diferente cada situación que se viva.

El reino angélico nos abre a nuevos senderos hacia el corazón, nuevos entendimientos de la Voz Interior, mientras nos esforzamos en alcanzar el estado de unidad con el Todo. Nuestra conciencia de los Ángeles nos ablanda, haciéndonos más suaves, y revive nuestra esperanza y nuestra fe. Y como sabemos por los diarios milagros y las traviesas manifestaciones que se producen a nuestro alrededor, a los mismos Ángeles les encanta que los conozcamos y confiemos en ellos. Disfruten al servir, quizás porque su ayuda contribuye a establecer mejor la fe y la confianza en que somos realmente amados por nuestro Hacedor, que se complace en vernos florecer en la vida.

ANGEL DE LA MUERTE

Si estas cerca de alguien, de tu amigo o pariente, a fin de ayudar a esa persona para que se enfrente con la muerte con mayor paz mental, sabiendo que ese es el paso siguiente en el viaje de la evolución. Pide a los Ángeles que te ayuden a comprender las necesidades de tu amigo en un plano de empatía. Sabrás si es conveniente o no compartir las palabras o la información que obtengas. En algunos casos, la comunicación que recibes de los Ángeles está destinada a elevar tu vibración personal, con el fin de que puedas convertirte en un instrumento más sensible del Poder Superior.

Pide a tu Ángel que te impregne de luz cuando estés con el moribundo, para que puedas ser una presencia reconfortante: serena, abierta y amante. No dejes de practicar las técnicas de cimentación y liberación antes de entrar en el cuarto. Recuerda que, si bien estás allí para celebrar la transición y siempre es un privilegio presenciarlo, también es natural sentir pena. Pide a tu Ángel que te ayude a expresar tus sentimientos de un modo que preste apoyo total a quien vaya a efectuar ese paso.

Mientras permanezcas allí, ábrete a una mayor conciencia de los Ángeles y los seres de luz que están presentes. Si crees que saber eso puede reconfortar a tu amigo, menciónalo. Sin embargo, ese puede ser el momento exacto para alentar a tu amigo par que comparta contigo lo que está experimentando.

Si eres tú mismo el que se enfrenta con la muerte, pregunta a tu Ángel si hay algo que debas terminar en esta vida antes de irte y cómo cumplirlo. Siente la presenta de tu Ángel en todo momento y relájate en la seguridad de su abrazo. Cada vez que te cimientes, siente que las fibras que brotan de tu cabeza se prolongan más y más hacia los cielos. Si surgen temores, haz el ejercicio de liberación.

Cada vez te será más fácil alinearte con tu Ángel, porque ahora estás más cerca de él que nunca desde el día en que naciste. Cuando te prepares para entrar en el reino no físico, puedes conversar constantemente con tu Ángel, él te llevará en gozo a la siguiente dimensión.

Cuando nos acercamos al fin de nuestra vida física, con frecuencia estamos más abiertos a los asuntos espirituales. Algunas personas tienen experiencias místicas que las dejan completa-mente serenas o con una luz interior que brilla en los ojos.

A veces, cuando por algún motivo el proceso natural de la muerte no es tan tranquilo como se esperaba, los Ángeles guardianes intervienen para ayudar. Ellos nos indicarán qué hacer si se llega a presentar una situación así, ya que nos e pueden dar indicaciones generales, por ser diferente cada situación que se viva.

El reino angélico nos abre a nuevos senderos hacia el corazón, nuevos entendimientos de la Voz Interior, mientras nos esforzamos en alcanzar el estado de unidad con el Todo. Nuestra conciencia de los Ángeles nos ablanda, haciéndonos más suaves, y revive nuestra esperanza y nuestra fe. Y como sabemos por los diarios milagros y las traviesas manifestaciones que se producen a nuestro alrededor, a los mismos Ángeles les encanta que los conozcamos y confiemos en ellos. Disfruten al servir, quizás porque su ayuda contribuye a establecer mejor la fe y la confianza en que somos realmente amados por nuestro Hacedor, que se complace en vernos florecer en la vida.

ANGEL DE LA MUERTE

Si estas cerca de alguien, de tu amigo o pariente, a fin de ayudar a esa persona para que se enfrente con la muerte con mayor paz mental, sabiendo que ese es el paso siguiente en el viaje de la evolución. Pide a los Ángeles que te ayuden a comprender las necesidades de tu amigo en un plano de empatía. Sabrás si es conveniente o no compartir las palabras o la información que obtengas. En algunos casos, la comunicación que recibes de los Ángeles está destinada a elevar tu vibración personal, con el fin de que puedas convertirte en un instrumento más sensible del Poder Superior.

Pide a tu Ángel que te impregne de luz cuando estés con el moribundo, para que puedas ser una presencia reconfortante: serena, abierta y amante. No dejes de practicar las técnicas de cimentación y liberación antes de entrar en el cuarto. Recuerda que, si bien estás allí para celebrar la transición y siempre es un privilegio presenciarlo, también es natural sentir pena. Pide a tu Ángel que te ayude a expresar tus sentimientos de un modo que preste apoyo total a quien vaya a efectuar ese paso.

Mientras permanezcas allí, ábrete a una mayor conciencia de los Ángeles y los seres de luz que están presentes. Si crees que saber eso puede reconfortar a tu amigo, menciónalo. Sin embargo, ese puede ser el momento exacto para alentar a tu amigo par que comparta contigo lo que está experimentando.

Si eres tú mismo el que se enfrenta con la muerte, pregunta a tu Ángel si hay algo que debas terminar en esta vida antes de irte y cómo cumplirlo. Siente la presenta de tu Ángel en todo momento y relájate en la seguridad de su abrazo. Cada vez que te cimientes, siente que las fibras que brotan de tu cabeza se prolongan más y más hacia los cielos. Si surgen temores, haz el ejercicio de liberación.

Cada vez te será más fácil alinearte con tu Ángel, porque ahora estás más cerca de él que nunca desde el día en que naciste. Cuando te prepares para entrar en el reino no físico, puedes conversar constantemente con tu Ángel, él te llevará en gozo a la siguiente dimensión.

Cuando nos acercamos al fin de nuestra vida física, con frecuencia estamos más abiertos a los asuntos espirituales. Algunas personas tienen experiencias místicas que las dejan completa-mente serenas o con una luz interior que brilla en los ojos.

A veces, cuando por algún motivo el proceso natural de la muerte no es tan tranquilo como se esperaba, los Ángeles guardianes intervienen para ayudar. Ellos nos indicarán qué hacer si se llega a presentar una situación así, ya que nos e pueden dar indicaciones generales, por ser diferente cada situación que se viva.

El reino angélico nos abre a nuevos senderos hacia el corazón, nuevos entendimientos de la Voz Interior, mientras nos esforzamos en alcanzar el estado de unidad con el Todo. Nuestra conciencia de los Ángeles nos ablanda, haciéndonos más suaves, y revive nuestra esperanza y nuestra fe. Y como sabemos por los diarios milagros y las traviesas manifestaciones que se producen a nuestro alrededor, a los mismos Ángeles les encanta que los conozcamos y confiemos en ellos. Disfruten al servir, quizás porque su ayuda contribuye a establecer mejor la fe y la confianza en que somos realmente amados por nuestro Hacedor, que se complace en vernos florecer en la vida.

ANGEL DE LA MUERTE

Si estas cerca de alguien, de tu amigo o pariente, a fin de ayudar a esa persona para que se enfrente con la muerte con mayor paz mental, sabiendo que ese es el paso siguiente en el viaje de la evolución. Pide a los Ángeles que te ayuden a comprender las necesidades de tu amigo en un plano de empatía. Sabrás si es conveniente o no compartir las palabras o la información que obtengas. En algunos casos, la comunicación que recibes de los Ángeles está destinada a elevar tu vibración personal, con el fin de que puedas convertirte en un instrumento más sensible del Poder Superior.

Pide a tu Ángel que te impregne de luz cuando estés con el moribundo, para que puedas ser una presencia reconfortante: serena, abierta y amante. No dejes de practicar las técnicas de cimentación y liberación antes de entrar en el cuarto. Recuerda que, si bien estás allí para celebrar la transición y siempre es un privilegio presenciarlo, también es natural sentir pena. Pide a tu Ángel que te ayude a expresar tus sentimientos de un modo que preste apoyo total a quien vaya a efectuar ese paso.

Mientras permanezcas allí, ábrete a una mayor conciencia de los Ángeles y los seres de luz que están presentes. Si crees que saber eso puede reconfortar a tu amigo, menciónalo. Sin embargo, ese puede ser el momento exacto para alentar a tu amigo par que comparta contigo lo que está experimentando.

Si eres tú mismo el que se enfrenta con la muerte, pregunta a tu Ángel si hay algo que debas terminar en esta vida antes de irte y cómo cumplirlo. Siente la presenta de tu Ángel en todo momento y relájate en la seguridad de su abrazo. Cada vez que te cimientes, siente que las fibras que brotan de tu cabeza se prolongan más y más hacia los cielos. Si surgen temores, haz el ejercicio de liberación.

Cada vez te será más fácil alinearte con tu Ángel, porque ahora estás más cerca de él que nunca desde el día en que naciste. Cuando te prepares para entrar en el reino no físico, puedes conversar constantemente con tu Ángel, él te llevará en gozo a la siguiente dimensión.

Cuando nos acercamos al fin de nuestra vida física, con frecuencia estamos más abiertos a los asuntos espirituales. Algunas personas tienen experiencias místicas que las dejan completa-mente serenas o con una luz interior que brilla en los ojos.

A veces, cuando por algún motivo el proceso natural de la muerte no es tan tranquilo como se esperaba, los Ángeles guardianes intervienen para ayudar. Ellos nos indicarán qué hacer si se llega a presentar una situación así, ya que nos e pueden dar indicaciones generales, por ser diferente cada situación que se viva.

El reino angélico nos abre a nuevos senderos hacia el corazón, nuevos entendimientos de la Voz Interior, mientras nos esforzamos en alcanzar el estado de unidad con el Todo. Nuestra conciencia de los Ángeles nos ablanda, haciéndonos más suaves, y revive nuestra esperanza y nuestra fe. Y como sabemos por los diarios milagros y las traviesas manifestaciones que se producen a nuestro alrededor, a los mismos Ángeles les encanta que los conozcamos y confiemos en ellos. Disfruten al servir, quizás porque su ayuda contribuye a establecer mejor la fe y la confianza en que somos realmente amados por nuestro Hacedor, que se complace en vernos florecer en la vida.

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