Samuel %
Por: Alberto Donadio
SAMUEL RECIBIÓ UN SOBORNO DE 100.000 dólares. Parece poco, pero en realidad es una suma muy alta. No se la pagaron a Samuel Moreno Rojas, el alcalde de Bogotá, sino a su padre, Samuel Moreno Díaz, en el año 1956.
Así consta en un despacho diplomático de la Embajada Americana en Bogotá dirigido al Departamento de Estado en Washington. El asunto del informe confidencial fechado en Bogotá el 1 de agosto de 1956 dice: Kick-back to Samuel Moreno Diaz, President’s Son-in-law, es decir: Soborno a Samuel Moreno Díaz, yerno del Presidente. En 1956 el cambio del dólar estaba a cinco pesos, el periódico costaba 15 centavos y el premio mayor de la Lotería de Cundinamarca era de cien mil pesos.
Un funcionario no identificado de la Philips Colombiana S.A. informó a Richard A. Poole, segundo secretario de la Embajada americana y autor del informe, que la Philips había firmado un contrato para la venta de 10.000 televisores al Banco Popular, entidad oficial encargada de revenderlos al público. Reza el despacho: “Esta transacción implicó el pago por parte de la Philips de un soborno de US$100.000 a Samuel Moreno Díaz, yerno del presidente Rojas, quien actuó como intermediario inútil pero obligatorio en el negocio. Estos fondos fueron consignados en varios bancos en los Estados Unidos. Hubo que pagar otros sobornos, especialmente a funcionarios del Banco Popular, pero el del Dr. Moreno fue sobradamente el más cuantioso”.
El funcionario de la Philips indicó que en 1955 la firma también pagó sobornos por otro contrato de televisores, pero por cifra inferior.
Sigue diciendo el documento de la Embajada americana: “El funcionario de la Philips afirma que esta es apenas una de muchas transacciones en que el Dr. Moreno y otros miembros de la familia presidencial han estado involucrados, y citó la venta de equipos de televisión al monopolio estatal de la televisión como especialmente lucrativa. Otra persona de la Philips que participa más íntimamente en la negociación de los sobornos calcula que el Dr. Moreno ha ‘ganado’ unos US$2’000.000 desde que el año pasado emparentó con la familia presidencial. Está convencido de que el Presidente está al tanto de estas transacciones y es el socio oculto en estos negocios, en tanto que Moreno es el testaferro. (Esto explicaría la tolerancia del Presidente hacia su yerno, pese a que se dice que el Presidente está molesto con la vida alegre que lleva Moreno)”.
La dinastía del % es, pues, de vieja data. En 1958, tras la caída del general Gustavo Rojas Pinilla, Alberto Lleras Camargo lanzó una frase histórica, cuyo eco se prolonga hasta nuestros días: “Ningún colombiano puede aspirar a enriquecerse ni prosperar sólo por la acción del Estado, a menos que tenga el pensamiento de robar a sus conciudadanos".
RECIBIDO:MAIL ov
No hay comentarios:
Publicar un comentario