LUZBY BERNAL

domingo, 12 de diciembre de 2010


¿Eres de los que viven para el día, o de los que viven para la vida?

Dedica al menos unos breves momentos a reflexionar si lo que hoy haces o has hecho afecta tu vida futura, para bien o para mal. No pienses sólamente en qué pasará mañana, sino también en lo que viene mucho después.

Si después de reflexionar, encuentras que tus actos no han sido del todo correctos, entonces vuelve a pensar por un instante más... esta vez, para buscar el modo de llevar sus consecuencias a buen término. Lo que llaman "karma" puede ser evitado incluso si ha tomado su curso.

Día a día, es necesario tomar consciencia de las acciones que realices. Cuando te halles en el mayor riesgo, ten precaución. Concéntrate en tus propios límites y no te permitas excederlos.

El libre albedrío es binario, un sí o un no es capaz de determinar el peso de la carga que llevarás en un futuro. El éxito en tu vida depende de tu nivel de control sobre las situaciones que vienen hacia ti. Acepta lo que eres capaz de aceptar, rechaza lo que es capaz de dañarte. Pero eso sí, no te quedes sin actuar: Sé diligente sobre el bien de tu propio ser. Si por inacción vas a dejar que los sinsabores lleguen a tu vida, entonces considerate muerto.

Esa carcasa corpórea que llevas mientras vives bajo los Cielos espera que la instruyas con tu voluntad. Y cuando esta no es la más acertada, la carcasa sufre, y tu alma también. Ya no quieres que eso ocurra, ¿verdad?

Bendiciones infinitas, hermanos.

La Diligencia de Gabriel fue atestiguada el Sábado 11 de Diciembre de 2010, a las 01:40 p.m.

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